Como le encantan los objetos vintage y las antigüedades, me dice que, en cuanto tiene oportunidad, no deja de visitar todos los brocantes, desembalajes y mercados de segunda mano que puede; así que en una de esas visitas se enamoró de un aparador francés de roble macizo que fue el detonante para dar un nuevo aire al comedor, que podéis ver en su estado ACTUAL:
Pintó las patas de las sillas de blanco, cambió la lámpara (comprada en los Traperos de Emaus "por cuatro duros", me dice), y añadió algunos objetos decorativos como la lechera y la aceitera para darle un cierto toque industrial. Además, inspirándose en el siguiente ambiente del interiorista Mikel Irastorza:
adquirió en Ebay la escultura "Bamboo" de Curtis Jere: para ella su pieza estrella:
¿Cuál es mi opinión? A mí el comedor me encanta (la luminosidad que tiene es espectacular), y me parece que ha ganado muchísimo con el cambio. El magnífico aparador-vitrina es la estrella, sin ninguna duda. Da rotundidad y charmé a toda la estancia, además de una pesadez visual (en el buen sentido de la palabra) incontestable, por lo que yo optaría por aligerar la mesa y las sillas para contrarrestarlo. La fotografía de Irastorza es un buen ejemplo de cómo conseguirlo: con unas sillas Bertoia. Adriana me dice que también pensó en las DSW de los Eames:Otras buenas opciones serían las Louis Ghost de Phillipe Starck, las Panton, unas Tolix (para reforzar el toque industrial) o, incluso las Tobias de Ikea:
(Vía Boho Deco Chic)
(Vía Chic & Deco)
(Vía Decoestilo)
(Vía Vintage & Chic)
¿Y por qué no probar a mezclarlas? A mí el resultado me encanta:
(Vía Ministry of Deco)
Adriana está esperando también vuestras sugerencias y, ya sabéis, podéis enviarme las fotos de los rincones preferidos de vuestras casas si queréis verlas publicadas en Etxekodeco.¡Muchas gracias Adriana!