Revista Cultura y Ocio

El comer, y el rascar, todo es empezar. El origen de las palabras: "comer"

Publicado el 27 marzo 2012 por Desequilibros
Comer procede la palabra latina Comedere. Expresión del latín vulgar. En latín clásico, comer se decía edere, forma que recuerda al inglés to eat o al alemán essen, porque comparten origen remoto indoeuropeo.
Comer es voz que hermana al castellano y al portugués.
Pero otras lenguas románicas hacer proceder la voz correspondiente, no del latín comedere sino del latín vulgar manducare. De hecho en castellano tenemos la voz manducar y manduca como voces que mantienen el toco jocoso o festivo del latín manducare, que, en cambio, en otras lenguas romances ha pasado a significar en general, comer: manger en francés, mangiare en italiano o el catalán menjar.
El castellano manjar, solo como sustantivo, comida exquisita, es seguramente un occitanismo, a partir del gusto refinado de la literatura provenzal medieval.
Es curioso que a lo largo de la historia de las voces que significan comidas particulares a lo largo de la jornada se haya experimentado de manera constante un retraso en la significación de la comida correspondiente.
• Empecemos por el Des-ayuno, que significa romper el ayuno. Así ha quedado el castellano desayunar. Sin embargo el catalán dinar no significa desayunar, sino comer a mediodía.
Y más allá, el francés actual dîner, del mismo origen que el dinar catalán, no significa comer a mediodía, sino a última hora del día, o sea cenar. Y en ese sentido ha pasado al inglés dinner.
Almuerzo: procedente del latín admordium, es literalmente echar un bocado, dar un mordisco. Así pues, almuerzo es sinónimo de desayuno.  Sin embargo en muchos lugares almuerzo corresponde a la comida del mediodía. No sería la primera vez que vemos en las noticias la expresión "almuerzo de trabajo" y son las tres de la tarde.
En portugués se ha consumado esa significación: almoço no es el almuerzo de primera hora sino la comida del mediodía. Y para nombrar el desayuno utilizan pequeno almoço. Es una forma a imitación del francés, donde déjeuner no es desayunar sino comer a mediodía y petit déjeuner es el desayuno propiamente dicho.
Yantar: es voz en desuso. Procede del latín vulgar ientare, que significó desayunar. Sin embargo aparece en la literatura con el sentido de comer a mediodía, igual que en el asturiano xintar, en gallego xantar.
Con el mismo origen tenemos el portugués jantar, pero ya no significa desayunar ni comer a mediodía, sino cenar.
• Un caso excepcional es el de Merendar. En catalán se suele denominar con la variante berenar; sin embargo en las Islas Baleares ha pasado a significar, no lo que entendemos normalmente por merendar, comida a media tarde, sino una comida a media mañana, es decir, al almuerzo; toda una singularidad.
Hablando de meriendas en su sentido más común en romance, comer a media tarde, en los días de marzo en los que los días ya van alargando, las gentes del campo solían volver a merendar para cenar más tarde y así aprovechar más la jornada; en cambio por septiembre hacían lo contrario: abandonaban la merienda para cenar más temprano.
Esto lo refleja muy bien un refrán referido al día de la anunciación, el 25 de marzo, y al de la natividad del virgen, el 8 de septiembre:
Nuestra señora de marzo pone la merendica; nuestra señora de septiembre, la quita.
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Ya ven. Delicias de la lengua.
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Fuente: Vídeo de Para todos La2 sobre el origen de las palabras: "Comer".
José Enrique Gargallo, profesor de Filología Románica UB.

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