Revista Sociedad

El comercio en el Centro de Guadalajara

Publicado el 26 abril 2014 por Jamedina @medinaloera

Portales. De P. Coplaur Guadalajara en F.

El comercio en Los Portales.

   La parte más antigua y tradicional de Guadalajara, que es su Centro Histórico, donde se ubican los más viejos y admirados edificios civiles y religiosos, no ha dejado de tener importancia comercial desde los primeros años de su fundación, en el siglo XVI.

Gran parte de la vida social y comercial de Guadalajara se redujo durante cuatro siglos a Los Portales fronteros de la Plaza de Armas, donde había toda clase de comercio, desde el mejor establecido y más prestigiado hasta el de los baratillos y ambulante.

Testimonio del escritor y viajero Marvin Wheat

   El escritor y viajero Marvin Wheat, quien visitó Guadalajara en 1856, sostiene en una de sus cartas enviadas a un amigo en Estados Unidos que la Plaza de Armas, situada en el Centro, se cuenta entre las más amplias y aloja numerosos giros comerciales y financieros.

   En esta ciudad -agrega-, los portales constituyen el lugar principal y más céntrico de reunión para todas las clases sociales, desde el mendigo más miserable que se atreve a salir por las calles hasta los que manejan millones con un solo movimiento de cabeza…

   Los pisos altos de estos portales están en general ocupados -con escasas excepciones- por los arrendatarios de los locales de abajo, y se dividen en pequeños departamentos que son almacenes y tiendas de varios tipos en los que mercancías europeas, chinas y mexicanas compiten entre sí para atraer compradores.

Marvin Wheat añade:

   En estos portales hay muchos puestos, y en las aceras, cerca de las columnas, hay también escaparates en donde se exponen a la venta muchos de los productos y manufacturas nacionales; por ejemplo, trabajos mexicanos de talabartería, zapatos, botas y otros muchos artículos de la misma naturaleza; imágenes (de santos), rebozos, sarapes, aves de varias clases y hermosos plumajes, y chucherías chinas para atraer la atención.

Grandes almacenes desde fines del siglo XIX

 

Fábricas de Francia. 1924. P. Coplaur Guadalajara en F

Fábricas de Francia, entre los primeros almacenes.

   Fue a partir del último tercio del siglo XIX cuando se establecieron en el Centro Histórico los primeros grandes almacenes, propiedad de extranjeros, de suerte que ya para principios del XX las tiendas de la ciudad cubrían ampliamente las necesidades y gustos de sus habitantes.

Fábricas de Francia, Ferretería La Palma, La Ciudad de México, The Elegant, Óptica Calpini, Droguería Alemana, la Casa Willing conocida como El Regal, Librería Font, Joyería La Esmeralda, Cervecería La Perla y La Fama Italiana figuran entre los principales establecimientos de la época.

Orden público, base del desarrollo comercial

   El orden y la tranquilidad social prevalecientes hacia fines del Siglo XIX (durante el prolongado gobierno del general Porfirio Díaz) rindieron frutos al cimentarse entonces una estructura social y económica fuerte y relativamente armoniosa.

En 1899, cuando por las calles de Guadalajara rodaban los primeros automóviles, contaba la ciudad con siete mil 402 comerciantes, 187 vendedores ambulantes, cinco mil 224 dependientes, 178 corredores comerciales y 20 banqueros.

Cuando la tormenta revolucionaria estaba por desatarse, en 1910, Guadalajara tenía mil 492 establecimientos comerciales, industriales, asistenciales y culturales.

El comercio empieza a salir del Centro 

Plaza del Sol. 1969. P. Coplaur Guadalajara en F

 Plaza del Sol en 1969.

   Hacia los años 60 del siglo pasado, cuando la ciudad alcanzaba su primer millón de habitantes, el comercio empezó a extenderse fuera del primer cuadro, con las tiendas Mayco, Flores Palos, Maxi y Hemuda, entre otras. Y no solamente se expandió el comercio organizado, sino también el ambulante. Los tianguis se empezaron a multiplicar entonces por todos los rumbos de la metrópoli.

Preciso es aclarar que ante la expansión urbana, el comercio no perdió importancia en el Centro Histórico, sino que se mantuvo y hasta creció. Al inaugurarse en 1969 Plaza del Sol, considerada en su momento como el primer centro comercial de América Latina, seguido luego por Plaza Patria y demás centros comerciales, en el primer cuadro de Guadalajara siguieron operando otras muchas tiendas.

Entre los establecimientos que se mantuvieron leales a sus clientes del Centro Histórico destacan La Súper, Calzado Canadá, Mueblería Hernán, Pardo, La Muñeca, Tlapalería La Central, Droguería Levy, Casa Prieto, Carlos Moya, Chalita, El Vapor, La Ciudad de Praga y Mercado de Novedades.

Pero además se abrieron nuevos negocios como Almacenes Blanco, un consorcio poblano que estableció en 1970 su primera sucursal entre las calles Colón y Morelos.

En conclusión, pese al desarrollo de la metrópoli tapatía, que alberga hoy a casi cuatro millones de habitantes, el Centro Histórico no solo no redujo su actividad comercial, sino que fortaleció el turístico con obras como la Plaza Tapatía, a partir de los años 80.


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