El cómic Los Exterminadores

Ayer llegaron a mi casa los cinco tomos del cómic Los Exterminadores. Perdí una hora y algo de mi vida leyendo la historia de unos exterminadores que se enfrentan a una plaga de bichos que podría acabar con la humanidad. 
Entre los personajes encontraremos expresidiarios, un matabichos budista, lesbianas con mucho poder, científicos locos, cucarachas, líderes de la supremacía blanca, policías…El protagonista es Henry James, un expresidiario que empieza a trabajar en la empresa de su padrastro. Tendrá que aprender el negocio y conocerá a gente muy dispar de lo más particular. A través de él se irán conectando los demás personajes, se verán, sin pretenderlo, en el centro de una trama sobre insecticidas matabichos, drogas de diseño, antiguas profecías egipcias y científicos camboyanos. La aparición de una nueva superespecie de cucarachas, capaces de sobrevivir a cualquier insecticida, es la trama principal de la historia. 
El guionista es Simon Oliver y el dibujante Tony Moore conocido por su trabajo en Los Muertos Vivientes. . Editada en Vertido, el sello de cómic independiente de DC.
Los Exterminadores está llena de personajes marginales, deshechos sociales sin futuro ni esperanza. Espacios asquerosos y lugares putrefactos en el soleado Los Angeles. Muchas imágenes bastante fuertes, como la de la vieja en el asilo siendo comida por los bichos o el niño con hormigas en los ojos.  Pero a parte de estos pequeños momentos que te revuelven el estómago estamos ante un cómic que no encaja. No sabe muy bien lo que quiere contar ni como hacerlo. Abarca demasiado y pierde fuelle. No sabe hilarlo todo correctamente y parece un batiburrillo sin sentido. 
Los Exterminadores podría haber sido un curioso experimento, con una premisa diferente y original pero no, es demasiado largo, demasiado absurdo, demasiado gratuito. No tiene interés y llega a aburrir bastante. ¿Qué quería contarme este hombre? ¿Qué quería mostrarme? Me lo imagino porque por momentos es muy evidente pero no sabe hacerlo, no llega y se pierde entre cucarachas, ratas, mariposas y supercucarachas sudamericanas.
Además, odio los bichos, las cucarachas especialmente así que la idea de verlas cada dos viñetas, verlas comerse gente, subir por las paredes, organizarse y arrasar con todo… me revolvía mucho el estómago.
En fin, que este cómic no me ha gustado. Lo leí entero y resultó un tanto desesperante darme cuenta en el tercer número de que aquello iba a ser una gran pérdida de tiempo. Aún así continué. Lo recomiendo como curiosidad pero ateneros a las consecuencias, es malo, lento y aburrido. Lo peor es que no sabe resolver los frentes abiertos en las tramas y eso me molesta mucho.