Revista Mundo animal

El comienzo de la matanza

Por Davidalvarez
El comienzo de la matanza
Cormorán grande (Phalacrocorax carbo) en el Parque de Isabel la Católica (Xixón)
Hace una semana se publicó en el BOPA la nueva normativa sobre la pesca del salmón, que incluye importantes restricciones a las capturas de esta especie, tanto del número de ejemplares por pescador y temporada como en el número de días hábiles en los que se podrán pescar y matar salmones.
Las críticas a esta ley de pesca por parte de los pescadores han sido mayoritarias, aunque no unánimes ya que algunas sociedades como la Asturiana de Pesca se han mostrado a favor de la nueva normativa. Se ve que muchos de los pescadores, los mismos que protestaban el año pasado por el descenso de capturas y pedían medidas urgentes a la administración, no se consideran entre los culpables del descenso de capturas y no quieren que se toquen sus privilegios, piden que se actue en todos los frentes pero que ellos sigan como antes.
Uno de los mayores culpables para los pescadores del declive del salmón es el cormorán grande, una especie cuyo impacto sobre las poblaciones de salmónidos salvajes no es significativo según todos los estudios científicos que se han hecho sobre el tema, varios de los mismos encargados y pagados por la Consejería de Medio Ambiente del Principado de Asturies. Estos estudios habían servido para que la administración regional cesara estas matanzas en septiembre de 2008, tras demostrarse que las poblaciones de truchas no se habían recuperado a pesar de los descastes, e hicieron que el director general de Biodiversidad y paisaje, José Félix García Gaona, dijera que no se volverían a matar más cormoranes en Asturies. Sorprendentemente, tan sólo seis meses después, el mismo García Gaona  se desdijo de sus palabras , olvido los informes y como siempre cedió ante los pescadores y afirmó que se volverían a matar estas aves.
El resultado de la presión de los pescadores y de la cesión por parte del Principado de Asturias ha dado sus frutos, y según palabras de la Viceconsejera de Medio Ambiente, Belen Fernández, este año se matarán cormoranes y más que nunca, duplicando la cifra permitida el año pasado y pasando a 260 animales a los que habrá que sumar los que se matarán (y ya se están matando ahora mismo) furtivamente. Lo más increíble y vergonzoso es que ahora ya no hablan de estudios científicos ni ofrecen argumentos que justifiquen esta matanza, sencillamente se admite que la medida se tomará "para apaciguar a los pescadores". Ante estas afirmaciones y comportamientos cada uno debe sacar sus conclusiones, yo las tengo muy claras.

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