Nadie lo quiere reconocer, pero en Europa se están librando ya las primeras batallas de una guerra entre los inmigrantes invasores y las culturas europeas autóctonas. Esa lucha irá creciendo e incendiará el continente, empezando por Francia, Suecia y Gran Bretaña. Los progres de izquierda, que son los principales culpables de la invasión desordenada y masiva de Europa, están ciegos y serán barridos. Odian lo que llaman la “extrema derecha” y no quieren ver que el verdadero enemigo ya está dentro, destruyendo la libertad en Europa. —-
Los conflictos estallan en Francia y en otros lugares de Europa. La socialdemocracia multicultural y globalista está agotada y en bancarrota. Los pueblos, hartos de políticos de izquierda, buscan en la derecha radical el rigor y la fuerza que necesitamos para la defensa de la cultura y la paz.
Francia ha llegado ya al borde del precipicio en la lucha entre las culturas invasoras y la autóctona. Es una guerra no declarada que se extenderá a toda Europa y en la que ya no caben soluciones que no sean drásticas y dramáticas.
Algunos medios de comunicación libres en Francia reportan linchamientos, mutilaciones y muertos, víctimas que el sistema están ocultando.
Los únicos interesados en llenar Europa de inmigrantes violentos y conflictivos, en incendiar las calles y provocar una guerra de culturas y religiones son los que quieren cambiar el mundo y crear un Nuevo Orden (NOM), catástrofe en la que colaboran las izquierdas marxistas.
El fracaso del multiculturalismo y la acogida masiva de inmigrantes impuesta por la izquierda está provocando en Europa dos consecuencias: una guerra en las ciudades plagadas de inmigrantes, sobre todo magrebíes, y el fulgurante ascenso al poder de derechas radicales, tipo VOX.
Es inevitable que lo que llaman “extrema derecha”, que no es otra cosa que la expresión del hartazgo del pueblo ante los abusos y fracasos de la izquierda, alcance el poder. La llegada al poder de partidos como VOX ya se ha producido en Italia, Hungría y otros países, mientras los partidos de la derecha radical crecen como la espuma en todo el mundo, con el apoyo de los ciudadanos, hartos de cobardías, corrupciones y traiciones de las izquierdas.
Destrozos en las calles de Estrasburgo, corazón de la Unión Europea. Un coche de policía es vandalizado por las turbas de extrema izquierda y las minorías étnicas victimizadas. La situación está fuera de control para la capacidad policial. La socialdemocracia multicultural ya está agotada. El fracaso de las izquierdas europeas es ostentoso y absoluto. Las puertas para que gobiernen las derechas radicales están abiertas.
Hace algunas semanas un sirio apuñaló en Francia a varios bebés y a sus madres, sin que hubiera reacción alguna en la sociedad. Hace pocos días un policía disparó contra un magrebí y las calles Francia ardieron en desórdenes y destrozos. En Europa hay racismo, pero muchos pensamos que es contra los blancos europeos.
La violencia y el odio viajan de París a Marsella y Lyon y se apoderan de Francia. La noche del viernes al sábado se saldó con 994 personas detenidas en todo el país y 79 policías heridos
La izquierda nos engañó una vez más. Se nos dijo que los inmigrantes se integrarían y asumirían la cultura europea, pero la verdad es que quieren destruir Europa e imponer el Islam y sus leyes salvajes.
Nos dijeron que el multiculturalismo traería un mundo mejor, pero la verdad es que nos trae la violencia en nuestros barrios, asaltos, violaciones, suciedad y saqueos.
La izquierda marxista se muere porque su mundo de mentiras y estafas ha fracasado y sólo ha sabido generar riqueza para sus propios líderes y esclavitud, pobreza y conflictos para la población.
Las nuevas derechas en el poder serán más dura con los inmigrantes que no quieran integrarse y mucho más con los que opten por la delincuencia y el terrorismo. Los barrios violentos serán acosados y las entradas de extranjeros seguirán, pero con filtros y condiciones, sin la hipocresía del multiculturalismo.
La guerra entre invasores y europeos, ahora oculta y censurada, saldrá a la luz y mostrará ls horrores de los barrios hostiles y el culto al odio y a la violencia que allí germina.
F. Rubiales