Para Reto 24h. Un agradable paseo por el rio Guadalmesi hace un par de años creo. (Photo credit: Wikipedia)
Así es… Todavía me quedaba anunciarlo públicamente por este medio. Querido público, este año las cosas han cambiado mucho -y cuando digo mucho, no exagero- para mí.
Para que nos entendamos, he conseguido todas las metas que me había propuesto y estoy experimentando una serie de cambios y transformaciones a nivel personal que sorprende incluso a las personas más cercanas a mí.
Hace algún tiempo, comencé a explicar mis pensamientos con la creencia de que enseñar algo a los demás es un puente hacia el propio aprendizaje. Tenía razón.
Todos los que creyeron eso algún día la tuvieron, tienen y tendrán.
Por suerte para mí, me tomé la precaución de no extralimitarme en mis competencias… Y no pretender enseñar algo que queda realmente fuera de mis conocimientos o capacidad. Es así como se han producido parte de estos cambios: al enseñar a otros a decidir, a ocuparse de sí mismos y a hacerlo sin abandonarse a sí mismos en el proceso. Al abandonar totalmente mi ego para servir a las necesidades de otra persona… Casi como una “paternidad”.
Ayudándoles a ser quienes son, y estar en paz consigo mismos. Y a poder cambiar si lo necesitan y lo desean, pero con conocimiento de causa.
Quiero comenzar esta nueva etapa agradeciendo a todos vuestras palabras de ánimo y aliento, la buena voluntad, la retroalimentación, las ayudas a mi expansión cultural y aprendizaje, las curiosidades y la confianza que me brindáis.
También quiero agradeceros por permitirme entrar en vuestras vidas y ayudar en lo que buenamente puedo, escuchar mis consejos y opiniones y tenerlos en cuenta.
Para cuando estéis leyendo estas palabras, los tres ganadores del concurso que convoqué en agosto habrán recibido ya el paquete de bienvenida a mis nuevos cursos. Lo primero que necesitaba era clarificar sus propósitos y temas del punto de partida.
A pesar de que son personas con las que he tenido trato cercano y continuado (tal como suelo tenerlo con la mayoría de los que deciden contactarme), hay ciertas cosas que conviene preguntar para averiguarlas; aunque creas conocer a la persona y tener claros sus intereses y necesidades. Puedes terminar muy sorprendido.
Todas las preguntas que les he pasado servirán de punto de partida para ellos, para habituarse a la progresión del curso que van a recibir… Y para mí, para tener una primera impresión acerca del funcionamiento de esta forma de trabajar en ellos.
Os cuento esto con toda la confianza del mundo; porque no sois pocos los que habéis manifestado curiosidad con o sin palabras, con o sin actos. Creo que va siendo hora de ser un poco menos hermético con algunos de los procederes que toman estos cursos.
En mis cursos todos enseñamos a todos y todos aprendemos de todos.
Es inteligencia colectiva. Una mastermind en estado puro.
Si dijera que no he aprendido nada de aquellos a quienes tuve el honor de enseñar, mentiría. Si dijera que todo el mundo puede aprovechar bien mis cursos, mentiría también. Por una sencillísima lista de razones, que ahí va:
- Hay personas que ya manifiestan en su vida cotidiana lo que se pretende despertar en los participantes (no suelen necesitar ayuda externa, y si es así, la piden).
- Hay personas que ya portan la semilla y les vendría mejor aprender a hacerse cargo de la simiente sin ayuda externa (podrían necesitar ayuda, sin embargo).
- Hay personas cuya forma de ser, de pensar o de actuar les impediría hacer un uso adecuado de los contenidos que aquí explicamos.
- Hay personas que desconfían de toda esta clase de cosas. Y no importa si eres lo más natural o lo más artificial, así son y así se morirán siendo.
- Hay personas a las que les preocupa el dinero, como es natural dada la situación de la economía en todo el globo. Se enfrentan a un coste de oportunidad, y les vence.
Camino de Murillo (Photo credit: Wikipedia)
Prácticamente poco importan los antecedentes de la persona, sean cuales sean, para confiar en sus posibilidades de éxito al realizar estos cursos. Lo que importa no es lo que fueron, sino lo que son actualmente y en lo que se van a convertir.
Aquello en lo que desean y pueden convertirse.
El curso que van a recibir estos chicos constará de una serie de ejercicios y desafíos que deberán realizar para encontrarse consigo mismos y aprender a manifestarse.
Es una forma de trabajo en la que pueden surgir conflictos de identidad y de valores, pues se destapa casi todo el sufrimiento que la persona estaba experimentando…
Tal vez sin darse cuenta, tal vez sospechando lo que llevaban por dentro.
Para ayudarles a sobrellevarlo y salir bien parados del lance, les estaremos acompañando en el proceso y les aportaremos -tanto los demás participantes que vayan viniendo, colaboradores externos, como yo mismo- experiencias propias, consejos, herramientas y técnicas diversas (de aquellas con las que sí estoy de acuerdo por ser totalmente carentes de artificialidad, dicho sea de paso).
Si deseáis saber un poquito más sobre estos cursos…
- Podéis informaros en la página de los cursos intensivos.
- Podéis preguntarme directamente y pedir referencias.
- Podéis apuntaros y verlo en vivo y en directo (por supuesto, hay pruebas gratuitas).
Espero que vuestra vida haya tenido tantos cambios hasta el momento como la mía… Y que sean todos para mejor. Si lo creéis posible y deseáis que os ayude a producir esos cambios, estaré encantado de tener noticias vuestras.
Un fuerte abrazo,
Kheldar