Continuamos aquí dándote unos pocos consejos que quizás te permitan conocer mejor el camino que debes de seguir en estos primeros días de entrenamiento cicloturista. Recuerda, tu objetivo es disfrutar encima de la bici….
Busca un recorrido que conozcas, mejor si es un circuito de entre veinte y cuarenta kilómetros cercano a tu casa, que sepas que es llano y no guarde secretos para ti, y vete a rodar allí. De esa forma conseguirás un entrenamiento más controlado, en un entorno preciso, y con la posibilidad de volver a casa en cualquier momento si no te sientes bien. Las salidas largas de ida y vuelta tienen, precisamente, ese defecto, el hecho de que si nos sentimos desfallecer lo más posible es que esto nos ocurra muy lejos de casa, con los problemas que ello acarrea.
Las primeras salidas del año son también un buen momento para pulir defectos técnicos. Es decir, aprovechando que vamos a rodar con poco desarrollo intentaremos mantener igualmente cadencias muy altas, para conseguir pulir nuestra pedalada. El gran campeón francés Jacques Anquetil llegaba a descender puertos de montaña con desarrollos de subida pedaleando en todo momento, con el fin de conseguir la tan ansiada pedalada redonda. Nosotros no debemos de ir tan lejos, pero sí que podemos intentar pulir defectillos, como la posición de las rodillas, la postura de la espalda o cogiendo automatismos en nuestra postura sobre el manillar, por ejemplo. Cuando ves a gente que va encima de la bicicleta sin mover un músculo más del necesario, cogido perfectamente a las gomas de los frenos, detrás hay muchas horas de entrenamiento específico para esa técnica. Además este también es el momento de modificar alguna de las medidas de la bicicleta si es que nuestras medidas corporales han cambiado o si notábamos al final el año anterior que algo no iba bien ahí. Eso sí, procura hacer esto siempre con ayuda de un profesional de biomedicina y un mecánico de bicicletas con el fin de conseguir la mayor precisión posible. Lo contrario puede acarrearte una incómoda lesión.
Intenta, igualmente, realizar estas primeras salidas acompañado, no solamente para aumentar tu seguridad sino, sobre todo, para hacerlas más amenas. Y es que en ocasiones es difícil mantener la concentración y motivación durante horas, y para ello lo mejor es contar con algún compañero que se encuentre en el mismo punto de su entrenamiento, para así poder compartir el desarrollo del mismo y hacerlo más ameno. Puede parecer algo secundario pero te garantizamos que a la larga es fundamental.
Cuida especialmente la ropa en estas primeras salidas, recuerda que aun nos encontramos en pleno invierno y que vas a pasar unas horas fuera de casa así que el tiempo puede cambiar y pillarte una buena tormenta. Esto no es como cuando te coge en verano y te agarras una mojadura, sino que ahora, debido al frío, podrías enfermar, por lo que lo ideal sería que salieras siempre con un chubasquero en el bolsillo de la chaquetilla. Y siempre muy, muy abrigado.
Por esa misma razón del tiempo que pasarás fuera de casa es importante que lleves siempre comida y bebida suficiente como para realizar un avituallamiento correcto. Piensa que aunque tu ritmo sea bajo vas a consumir un montón de calorías y además pasarás varias horas encima de tu máquina, por lo que el peligro de la pájara siempre está presente. Tampoco estaría de más que llevarás dinero encima por si te toca comprar alguna chocolatina de más. Haznos caso, a muchos nos ha salvado en más de una ocasión…
Y entrena, entrena y entrena…dedícale tiempo con calma y verás cómo poco a poco los resultados van llegando solos. Y disfruta de la bicicleta, eso sobre todo. Recuerda que somos cicloturistas.