El complicado futuro de Unnim: perder la catalanidad o su status de caja

El mapa catalán de cajas se complica hasta el punto que de las iniciales diez en 2009, se ha pasado a tres en la actualidad pero con el temor que el número se siga reduciendo.
El caso de Unnim es paradójico. Fue la primera que se afanó en hacer los deberes indicados por el Banco de España fusionado las antiguas caixes de Sabadell, Tarrassa y Manlleu con la idea de preservar la catalanidad de la nueva entidad. Sin embargo esa presteza está jugando en su contra. Las nuevas circulares surgidas desde la plaza de la Lealtad cambiando las reglas de juego, le han puesto en un difícil callejón del cuál no saben si van a poder escapar. El callejón de la nacionalización.
El pasado lunes los nuevos directivos de la entidad, encabezados por su presidente, Jaume Rivera, y su director general, Jordi Mestre, presentaron al Banco de España una nueva hoja de ruta, substancialmente diferente de la inicialmente aprobada.
En ella Unnim plantea tres posibles escenarios. El primero, el más deseable, pasa por encontrar uno o vario socios de referencia que inyecten en torno a 300 millones en el capital de un nuevo banco con sede en Cataluña que permita a la entidad seguir siendo una caja de ahorros. Para ello Unnim deberá poder subscribir más del 50% de las acciones.
La problemática para poner en marcha esa iniciativa es la valoración de los activos. Los mercados están descontando un múltiplo de cómo mucho 0,4, mientras que Unnim necesitaría un 0,5 para tener la mayoría del nuevo banco.
Entre los interesados muestran especial interés algunos bancos andorranos y entidades financieras francesas. Sin embargo este escenario no es el que cuenta con más probabilidades.
Unnim estudia como la opción más viable ahora mismo unirse a algún proyecto de SIP junto a otras cajas regionales. Ello conllevaría perder su catalanidad pero poder continuar como caja de ahorros. La solución no agrada a la Generalitat pero en estos momentos poco puede hacer.
La última opción, pedir auxilio al FROB, tampoco se descarta nominalmente pero no la menos deseable por la nacionalización que conllevaría.