En diversas corrientes y técnicas de psicología, trabajar el “aquí y ahora” y la concepción de las personas como sistemas completos es algo que ha ido calando en prácticas como el mindfulness, la meditación o muchos de los consejos y estrategias que usamos en general cuando se trata del bienestar en las personas.Dentro de estas mismas líneas de trabajo, el concepto de “darse cuenta” me parece muy interesante a la hora de sentirte mejor, afrontar conflictos o gestionar de emociones.
Así que hoy hablaremos de él.
1.Qué significa "darse cuenta" (en psicología).
Para poder explicar este concepto tenemos que empezar por otro: el “aquí y ahora”. Este concepto hace referencia al presente y a cómo lo vivenciamos. Seguro que te suena mucho esto, si has leído o practicado algo relacionado con el mindfulness.
“Para trabajar el aquí y ahora existen diversas técnicas orientadas a que la persona entre en contacto con sus sensaciones y percepciones tanto internas como externas. Esta percepción de sí mismo en interacción con lo demás, y la capacidad de aislarse y volverse a relacionar en un proceso dinámico, permite a la persona estar integrada y en equilibrio”.
(Isabel del Rosario Stange Espínola y Olga Lecona Pintado)
Y en relación con esto, el “darse cuenta” o tomar conciencia implica percibir qué está pasando con estas sensaciones, cómo se relacionan esas sensaciones de conexión conmigo misma y la interacción con los demás en mi presente.
¿Te acuerdas del libro “El efecto punto ciego” sobre el que te hablé en este post? Pues tiene que ver con esto. A menudo en nuestro día a día entre las prisas, las demandas externas, la socialización…nos cuesta pararnos a analizar cómo nos sentimos, qué nos afecta, qué queremos…lo que yo suelo llamar “conectar con nosotros mismos” a menudo cuando hablo de mis paseos, tareas creativas o meditar.
Los procesos de “darnos cuenta” o tomar conciencia nos ayudan a poner nuestra atención sobre aspectos concretos de una forma efectiva, y de esa manera, descubrir(nos): nuestras necesidades, nuestros deseos, nuestras fantasías…y a partir de ahí, poder comprometernos a la acción si es necesario.
2. Darse cuenta, ¿de qué?
Además, el “darse cuenta” tiene 3 aspectos. Te los resumo en el siguiente gráfico, pero los puedes ver mejor en este enlace.
3. Prácticas que te ayudan a “darte cuenta”.
Lo comentaba más arriba, hay prácticas sencillas que nos ayudan en este proceso. Todas aquellas que permitan un poco de introspección (meditar, dibujar, pasear a solas y sin música…) son buenas formas de EMPEZAR en este campo.
Pero si te interesa este tema, te recomiendo el libro que cito en la imagen anterior, "El darse cuenta: sentir, imaginar y vivenciar", de John O. Stevens, que está lleno de prácticas interesantes.