Revista En Femenino
El continuum, ese concepto tan complejo y sencillo a la vez del que nos hablaba Jean Liedloff en el libro al que este post ha robado el nombre. Según la autora, el continuum es el responsable de que los niños hagan todo lo posible por satisfacer las expectativas de sus progenitores. Según esto, madres y padres, hay que tener mucho cuidado con lo que esperamos de nuestros hijos. Si realmente esperas que se caiga de ese columpio y además insistes en ello, se caerá sin remedio. Por supuesto, ellos no lo hacen conscientemente, lo hacen empujados por su continuum, que no es otra cosa que toda la sabiduría que nuestra especie ha ido adquiriendo durante toda su historia y gracias a la cuál estamos aquí hablando de ella. Es ese instinto que lleva a actuar a cada miembro de la especie de forma que se asegure la supervivencia de ésta. El continuum es el responsable además de muchas otras cosas pero no entraremos en ellas ahora.. quizá más adelante.
Y al igual que los niños perciben claramente lo que se espera de ellos gracias a su continuum, los individuos de una sociedad perciben igual de claro lo que se espera de ellos y, movidos por otro tipo de continuum que nos habita como seres sociales, nos esforzamos por cumplir esas expectativas. Ambos continuums estan en confrontación, no pueden existir a la vez. Para ello, la sociedad se encarga de acallar el continuum biológico que nos acompaña cuando nacemos para poder incrustar sobre él el continuum social. Y cómo lo consigue? imponiendo prácticas antinaturales desde el principio mismo de la vida.
La sociedad se las arregla para que neguemos al niño todo lo que su continuum dice que le corresponde hasta que el niño deja de escucharlo. Pero.. y qué pasa con las madres? Con las madres está pasando algo y muy grande!
Es de sobra conocido el hecho de que las mujeres se reconectan con su naturaleza, con el continuum de la vida, en esta mágica etapa que es la gestación, el parto y la crianza. Algunas de ellas no consiguen vencer al entorno social y desoyéndose a sí mismas, a su instinto, hacen lo que pueden para satisfacer las expectativas sociales.. aún a costa de sus propias necesidades para con su cría. Por qué razón si no se ve en la calle a tantos niños llorando en sus cochecitos sin que sus madres les cojan en brazos, les den pecho, calor, miradas, caricias, susurros, .. En lugar de esto se ve a madres apuradas en llegar a algún sitio donde es de suponer que les pondrán al pecho (por qué no hacerlo ahí mismo?) o a madres que mueven el cochecito adelante y atrás mientras hablan con otra persona o por el móvil o miran un escaparate.. algunas les dedican unas palabras de consuelo al bebe pero desde ahí arriba, sin atreverse a acercarse demasiado.. y otras no consiguen vencer la frustración e impacientes piden al bebe que se calle. Todas éstas mujeres están luchando contra ellas mismas.. alguien (o todo el mundo) les dijo que las cosas son así, que los brazos no son buenos, que el bebe tiene que acostumbrarse a estar en soledad, que tienen que llorar, que el amor de una madre no vale para nada! Pero algo dentro de ellas grita fuerte.. porque esos pequeños seres que ahora lloran desconsolados han sido parte de ellas mismas y todavía lo son a pesar de la obvia separación física. El continuum que habita esos cuerpecitos también habita el cuerpo de sus madres.. y es el que las empuja a consolar a sus hijos, a protegerles, .. si una madre no tuviera estos fuertes impulsos cómo hubiéramos podido sobrevivir como especie? Pero en estas mujeres el continuum social se impone sobre el continuum de la vida.
Hay otras mujeres que quizá no se esperaban lo que les está pasando.. algo les hace querer tener a sus bebes en sus brazos todo el rato! su continuum social consigue mantener a raya a su continuum biológico mientras las condiciones son normales pero en cuanto éstas se muestran adversas y la cría llora es el continuum biológico quién domina la situación y esa madre, que se ha estado aguantando las ganas de coger a su bebe, enseguida lo toma entre sus brazos y se lo acerca al pecho sintiendo un gran alivio. En estas mujeres hay una lucha de continuums y pronto acabará por imponerse uno. Cuál de ellos será dependerá en gran medida del entorno de la mujer.
Pero también se ven a madres con sus bebes y niños en brazos, apoyadas en portabebés que les permiten mantenerlos pegaditos a sus cuerpos mientras realizan otras tareas, sin tener que soltarlos para nada.. ni siquiera para darles de mamar. Son mujeres que se escuchan a través de sus hijos.. y así logran saber que lo que sus recién nacidos necesitan es justamente lo que tenían en el útero de su madre, comida sin restricción, movimiento vital y calor corporal. Y solo el cuerpo de una madre es capaz de ofrecer ésto. En estas mujeres el continuum biológico se torna más fuerte que el continuum social. Qué maravillosa es la vida! no deja de darnos oportunidades una y otra vez!
Pero por qué tenemos que elegir entre nuestra condición biológica y la social? Porque la sociedad se empeña en desterrar de nuestros cuerpos la sabiduría de la Naturaleza? El reto que se nos presenta como especie es justamente éste.. ser seres sociales sin renunciar a nuestro pasado biológico, nuestra esencia natural, nuestro instinto animal. Y para conseguir ésto habrá que empezar por el principio mismo de la vida.. cuando el continuum se muestra con toda su fuerza. En nuestros hospitales, nuestros profesionales no respetan la vida.. la han reducido a una mera intervención rutinaria y a sus protagonistas se les ha despojado de su esencia divina en éste milagro que es la vida. Somos extraídos y anulados.. suena exagerado pero es así en muchísimos hospitales de todo el planeta! Empecemos por el principio y el resto vendrá solo.