Un poco de historia del concierto de Viena
El concierto se celebró por primera vez el 31 de diciembre de 1939 como “concierto extraordinario” dirigido por Clemens Krauss y bajo el gobierno de Adolf Hitler (en esa época Austria formaba parte de Alemania). En este caso solo se interpretaron obras de Johann Strauss hijo, y concluyó con la obertura de Die Fledermaus. El siguiente concierto se celebró el 1 de enero de 1941, recibiendo ya el título definitivo de “concierto de año nuevo”.
En 1958, Boskovsky introdujo la tradición de acabar el concierto con El Danubio Azul y la Marcha Radetzky. A partir de 1987, cuando la orquesta concedió el honor de dirigir el concierto a Herbert von Karajan, se decidió que cada año dirigiera el concierto un director invitado distinto.
La importancia de la música
El Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena es un concierto que tiene lugar cada año en la mañana del 1 de enero en la Sala Grande o Sala Dorada de la Musikverein de Viena, Austria. La música es, en su mayor parte, de la familia Strauss (Johann Strauss (padre), Johann Strauss (hijo), Josef Strauss y Eduard Strauss). Las flores que decoran la sala de conciertos del Musikverein son un regalo anual de la ciudad de San Remo, Liguria, Italia.
El concierto siempre termina con varios bises después del programa principal (propinas que no están incluidas en el programa). Los músicos entonces desean colectivamente un feliz Año Nuevo (Prosit Neujahr), y terminan con el vals de El Danubio Azul de Johann Strauss hijo, seguido de la Marcha Radetzky, de Johannn Strauss padre. Durante esta última obra, la audiencia aplaude al compás y el director se vuelve para dirigirla, durante breves instantes, en lugar de a la orquesta.