El concierto
Se quedó empanada mirando al músico. Tenía el porte de un rey y tocaba la sinfonía con una delicadeza que parecía imposible. Imaginó esas manos prodigiosas acariciando sus curvas con la misma sensualidad con las que tocaba las cuerdas de su instrumento. Muy pronto, sus braguitas estaban húmedas y ella temblaba de deseo, pero las últimas notas de la melodía se apagaron y se encendieron las luces. Él estaba en la recepción de después del concierto; intercambiaron miradas sin decir palabra y ambos abandonaron la sala para buscar un lugar a solas donde dar rienda suelta a su pasión. Luego, saciados, salieron de su escondite a hurtadillas y se fueron a casa. Llevaban años juntos y siempre les pasaba lo mismo, pero era verle tocar y ponerse como una moto. Él, por su parte, nunca había podido resistirse a su mirada de deseo y amaba pulsar las cuerdas de su pasión tanto como su música. Así pues, seguían con el juego, concierto tras concierto, sin cansarse nunca de la escena que vivían y disfrutaban una y otra vez.--------------------------------------------------------------------------------Todas las historias y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.Follow @DeborahFMu