A principios de 1950 el presidente de EE.UU Harry Truman dio vía libre a la fabricación de la primera bomba de hidrógeno de la historia. Un par de años después se realizarían las primeras pruebas de esta en el pacífico, en concreto en el atolón Eniwetok. Poco después empezaron las pruebas en suelo estadounidense, lo que llevó a la población a temer por su seguridad ante la posible radiación. La Comisión de energía atómica rápidamente tranquilizó a los ciudadanos ya que según ellos se habían tomado todas las medidas de seguridad necesarias y que por lo tanto las pruebas continuarían. La mayor parte de estas pruebas serían llevadas a cabo en Nevada, en concreto en el centro nuclear Yucca Flat.
En 1954, un año después de varias de estas pruebas y a 220 kilómetros, en St. George comenzaba con la producción de Howard Hughes y bajo la dirección de Dick Powell el más caro proyecto hasta la fecha de la RKO. El conquistador de Mongolia, con la gran estrella del momento John Wayne en el estelar papel de Ghengis Kan. El reparto y el equipo de filmación vivieron semanas difíciles en el lugar, del cual Hughes posteriormente enviaría 60 toneladas de tierra a un estudio, para completar la filmación. Pero la película fue un estrepitoso fracaso tanto de crítica como de público ya que por ejemplo Wayne fue galardonado con el Golden Turkey Award a la peor actuación del año. Pero estos malos resultados del film no fue lo peor que trajo este.
25 años después del estreno de la película volvió a las portadas de los periódicos, ya que, tras la publicación por parte de Le Point de un estudio en el que se relacionaba la filmación en Nevada con los numerosos casos de cáncer de los integrantes, fueron muchos los que se interesaron por qué podía haber pasado e intentar contrastar todos los datos. De todos los participantes en el rodaje habían contraído cáncer 91 y hasta ese año habían muerto por este motivo 46 de ellos. También se indicaba en la publicación que los productores eran conscientes de la realización de esas pruebas ya que el mismo John Wayne posó con un contador Geiger. Aunque los datos en aquella época que relacionasen la exposición a radiación con el cáncer eran bastante escasos.
Dick Powell, Pedro Armendáriz, Thomas Gómez, Agnes Moorehead, Susan Hayward, John Wayne... son varios de los nombres más conocidos participantes en la cinta que fallecieron a causa de diversos tipos de cáncer en los primeros años después del rodaje. Aparte de los que intervinieron en el rodaje directamente, el hijo Michael de John Wayne, el hermano de este Patrick, o el hijo de Hayward desarrollaron también diversos tipos de cáncer. Todos ellos estuvieron presentes varios días en la filmación. Desde entonces pocos estudios se han realizado sobre esta cuestión, ni han salido a la luz nuevas listas de muertes o enfermos relacionados con él. El doctor Roberto Pendleton, experto en diversas formas de cáncer de la Universidad de Utah concluyó:
«Con estos números este caso podría ser calificado como una epidemia. La conexión entre la radiación por lluvia radioactiva y cáncer en casos individuales ha sido prácticamente imposible de demostrar concluyentemente. Pero en un grupo de este tamaño la expectativa sería de 30 individuos con posibilidad de desarrollar alguna forma de cancer... Creo en referencia a la exposición de reparto y equipo fílmico en la filmación de "The Conqueror"
Después del fracaso de la película, Howard Hughes se retiró del mundo cinematográfico y vendió su productora RKO Pictures. Un año después de vender la productora, Hughes volvió a comprar El conquistador de Mongolia y se la guardó para impedir su exhibición tanto en cine como en televisión aunque tras su muerte, 17 años después, fue recuperada para su difusión en todas las televisiones tras la compra de esta por Universal Pictures.
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