Una de las películas más pedantes que he podido ver en mi vida, subrayando una y otra vez los mismos conceptos, con diálogos infinitos que rozan lo ridículo por su léxico y profundidad. Esto es cine, no un ensayo. Al final, si separamos toda la paja, nos queda una trama escasa, cuyo fin casi es expuesto en las primeras conversaciones del film, y con unos personajes con los que es imposible empatizar ni buscarles una motivación más o menos lógica.
Mi Puntuación: 3.8