El “consejero” Lech Walesa se desespera con los mercenarios cubanos
Norelys Morales Aguilera.- Lech Walesa, el ex sindicalista y ex presidente polaco, devenido gran promotor de las acciones en contra del gobierno cubano, y carnal de varias figuras de la contrarrevolución y representantes de las organizaciones anticubanas con sede en Estados Unidos, tiene escollos insalvables: que ni los mercenarios le hacen caso ni son capaces de pensar en otra cosa que en las migajas que les resultan del mercenarismo.Pero él se afana: "He estado en contacto continuo con la oposición cubana, he intentado darles consejo, pero por alguna razón no me hacen caso, y creo que Cuba debería adoptar otras maneras de luchar contra el régimen y buscar soluciones positivas. Creo que todos los cubanos deben visualizar cómo sería el país bajo un gobierno diferente, cómo podrían ganar más dinero y tener mejores trabajos y mejores negocios en un país con un régimen transformado".
Ahora como “analista en cuestiones cubanas” dijo que: En Cuba hay demasiados líderes dentro de la oposición y no hay individuos lo suficientemente poderosos, por lo que creo que la tragedia cubana recae en que hay demasiados líderes, dijo Walesa en entrevista a TV Martí, la estación del gobierno de Estados Unidos para Cuba, pero que en la Isla no sé ve y continúan despilfarrando los fondos públicos.
Urgidos de “analistas” que expliquen el continuo fracaso de la oposición mercenaria es llamado el polaco: "La mayoría de las personas en Cuba están en contra del régimen…” - como si conociera a Cuba- “pero lo que no han podido hacer es integrarse y organizarse, son incapaces de actuar y tomar proyectos para enfrentar a ese régimen”
Walesa se atrevió a un mensaje para los mercenarios: "Que por favor se pongan a trabajar en serio para él poder ver de una vez por todas una Cuba libre, creo que es realmente escandaloso que un país tan bello no esté disfrutando de su potencial, del desarrollo que merece.”
Lo que no alcanza a comprender el señor Walesa es que los cubanos que trabajan defienden a su gobierno por considerarlo la mejor opción, mientras los mercenarios a quien él aconseja y arenga son vagos profesionales pagados por el negocio de la contrarrevolución. ¿Ingenuo o se hace?