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El Consejo de familia: Factor relevante para gobernar a la familia empresaria

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

El Consejo de familia: factor relevante para gobernar a la familia empresariapor Álvaro Vilaseca

 Los problemas de las empresas familiares son asuntos de familia. En efecto, más de las dos terceras partes de las empresas que pierden la condición de familiar, no lo hacen por problemas empresariales sino por problemas que radican en el sistema familiar. Presentamos en este artículo por qué una empresa familiar que pretenda actuar de forma idónea en un entorno competitivo debe verificar que cuenta con una familia empresaria unida y comprometida.

La unidad y compromiso de una familia empresaria no se mide por el afecto que entre ellos sienten sus integrantes. La solidez de la familia se comprueba por la capacidad reflejada para superar los conflictos y discrepancias que se presentan entre los dos grupos de interés. Esto es, entre la familia y la empresa. En este sentido, no hay duda que el papel del Consejo de Familia es relevante para ejercer un mejor gobierno de la empresa familiar.

Son los miembros de la familia con quienes las personas desarrollan las relaciones más intensas. El sistema familiar, es la fuente más importante de apoyo, protección y felicidad. Sin embargo, también es donde radican las fuentes de ansiedad, hostilidad, resentimiento y rivalidad. La familia es así, simultáneamente, el refugio en el que nos protegemos del entorno y el mayor generador de tensión en la vida de las personas.

Esto que afecta a todas las familias lo hace de manera especial a las que son familias empresarias, es decir, a los miembros de una familia que tiene una empresa familiar. Con el propósito de regular la relación entre la familia y la empresa, de modo que ambos sistemas evolucionen conjuntamente, es frecuente que las empresas familiares, diseñen implanten un ámbito de gobierno conocido como Consejo de familia.

El Consejo de familia tiene tres grandes tareas. Estas son: conciliadora, formativa y legislativa. La tarea conciliadora busca desarrollar la unidad entre los miembros y reforzar la armonía familiar cuando afloran las fuentes de conflictos y discrepancias. Más allá de las normas que regulen la incorporación de los miembros de la familia al trabajo en la empresa familiar, lo que es casi inevitable es que los miembros más jóvenes accederán a la condición de accionistas, por lo que es relevante que se les forme para que lleven adelante estas responsabilidades con idoneidad. Es en este sentido que el Consejo de familia sirve de escuela formativa para los futuros accionistas. Finalmente, es también desde el Consejo de familia donde se alcanzan acuerdos sobre la normativa que va a regular la relación entre la familia y la empresa, muchas veces explicitadas en el protocolo familiar.

El objetivo principal de un Consejo de familia es proporcionar un ámbito en el que los miembros de la familia puedan expresar sus valores, necesidades y expectativas respecto de las empresas a las que están vinculados así como desarrollar políticas y tomar las decisiones que salvaguarden los intereses de largo plazo de la familia.

Hay por lo menos cuatro razones importantes para establecer un Consejo de familia:

1.- Proporciona el ambiente ideal para instruir a los miembros de la familia acerca de los derechos y responsabilidades que acompañan a la propiedad y el gobierno de las empresas.

2.- Ayuda a clarificar los límites entre la familia y las empresas y reduce la probabilidad de que ciertos asuntos familiares sean transferidos inadecuadamente a las empresas en el proceso de toma de decisiones y viceversa.

3.- La experiencia muestra que frecuentemente las empresas familiares confían en las reuniones familiares informales para tratar asuntos relativos a las empresas, con resultados habitualmente frustrantes. Un Consejo de familia bien constituido contribuye a profesionalizar a los miembros de la familia como accionistas así como a reforzar la unidad y compromiso de sus integrantes.

4.- Provee la estructura para ayudar a la familia a crear una visión compartida y un acuerdo de entendimiento sobre los objetivos e intereses como propietarios.

En definitiva, el Consejo de familia es el ámbito diseñado para ejercer los derechos de la propiedad, ampliando y complementando lo indicado en el marco legal. En ningún caso, el funcionamiento de un Consejo de familia será contrario a la legislación que regula esta materia.

La puesta en marcha de un Consejo de familia requiere acordar cuatro aspectos previos. Estos son:

1.- Determinar las responsabilidades, asuntos y decisiones inherentes a la propiedad.

2.- Establecer los valores, intereses y expectativas de los propietarios en relación con las empresas e indicar cómo se relacionan con las políticas y accionar de las empresas.

3.- Los dos puntos anteriores deben ser tratados entre los integrantes con el propósito de alcanzar un acuerdo y formalizarlo en un Acuerdo de familia.

4.- Determinar las bases de funcionamiento del Consejo de familia en lo relativo a:
   - Integración
   - Responsabilidades, alcance y límites
   - Agenda y asuntos
   - Información
   - Frecuencia
   - Proceso de toma de decisiones
   - Remuneración

Se perciben dificultades para implantar un Consejo de familia. En efecto sólo un 15% de las empresas familiares, de gran tamaño, han logrado establecerlo activamente. Se identifican varias dificultades. Los accionistas que no trabajan en la empresa familiar, así como los miembros de la familia que no han estado en contacto con la realidad de la empresa, no ven claramente cuál es el rol a cumplir en el Consejo de familia. Esta inquietud –o temor– es lógica, y sucede siempre que se presentan situaciones que no son fruto de una decisión libre y voluntaria. No elegimos haber nacido en el seno de una familia empresaria. Pero ante la condición de futuro accionista, cuanto antes se comience con el entrenamiento para ello, más allá de las lógicas ineficiencias iniciales, con el paso del tiempo se estará en mejores condiciones para decidir de forma libre y voluntaria sobre la vocación como accionista de la empresa familiar.

A su vez, en los comienzos, el Consejo de familia se percibe como un ámbito donde en lugar de mejorar y avanzar en la gestión de la empresa, resulta ser campo fértil para sembrar fuentes de conflicto. Esto es también lógico, y sucede siempre que se pone en marcha un equipo de trabajo, que requiere un período de adaptación para ajustar detalles de la dinámica y funcionamiento. Asimismo, se percibe una falta de liderazgo, resulta más conveniente que sea aquella persona reconocida y con autoridad en la familia quien asuma el rol de liderar el Consejo de familia. Para esto, también se requiere tiempo. Finalmente, la carencia de habilidades también es un escollo que se presenta en las primeras reuniones. La falta de conocimiento, sobre las variables esenciales de management. Este es otro aspecto de la tarea formativa que hay que realizar en el Consejo de familia.

Al principio, cuesta, pero con el paso del tiempo, son significativos los beneficios que tiene contar con un Consejo de familia activo.

 Autor Álvaro Vilaseca -

http://socrates.ieem.edu.uy/articulos/articulo.php?id_articulo=505



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