Revista Salud y Bienestar
El consumo abusivo de anabolizantes, muy común entre culturistas, provoca problemas de fertilidad, disfunción eréctil y otros trastornos sexuales derivados de estas sustancias para conseguir una mayor masa corporal por razones puramente estéticas.
Así se desprende de un trabajo titulado "Implicaciones andrológicas del abuso de eseteroides anabolizantes·, del director de la Unidad de Andrología del Institut Marquès, Ferran García, presentado recientemente en el XIII Congreso de la Sociedad Europea de Medicina Sexual, en Málaga.
En declaraciones a Europa Press, García ha constatado un aumento de las consultas por problemas de disfunción eréctil derivados del consumo de esteroides, que a menudo se consiguen en gimnasios o a través del "gran mercado negro" existente en la red, procedente a menudo de países de Europa del Este.
Ausencia de espermatozoides en el eyaculado -azoospermia-, desarrollo de la mama masculina -ginecomastia-, alteración de la líbido y trastornos psiquiátricas como la agresividad y el aumento de tendencias suicidas pueden ser consecuencia del consumo de anabolizantes.
"Llegamos a ver pacientes que han ganado entre 10 y 15 kilos de masa muscular en 12 semanas, y que ingieren o se inyectan una dosis de testosterona hasta 100 veces superior a la que necesitaría una persona que la requiriese por motivos estrictamente médicos", ha explicado el experto.
En esta línea, ha resaltado la "paradoja" que supone una "exceso de testosterona" -la hormona masculina por excelencia- en el cuerpo, porque puede provocar dificultades para la erección.
De hecho, la explicación por la que el testículo deja de producir testoesterona radica en el hecho de que su administración externa genera un efecto vago del órgano, ha argumentado el andrólogo.
Los profesionales del culturismo pueden evitar los efectos negativos en el aparato reproductor masculino con el control de consumo de los anabolizantes y otros tratamientos, pero no los perjuicios para la salud general, como son toxicidad del hígado, aumento del riesgo de trombosis y paradas cardiorrespiratorias.
Incluso fármacos veterinarios
Algunos, comenta García, incluso toman sustancias veterinarias como el clembuterol, administrado para engordar a vacas. Muchos de los pacientes "conocen" los riesgos, pero aún y así persisten en la ingesta de anabolizantes y, puntualmente, los dejan de tomar para recuperar las funciones sexuales para engendrar un hijo.
Se calcula que unas 90.000 personas abusan en España de estas sustancias, y unas 22.000 en Europa, la mayoría de entre 25 y 29 años. Un estudio reciente de la Comisión Europea señala que el 6 por ciento de los europeos que acuden regularmente a un gimnasio reconocen tomar fármacos para mejorar su rendimiento o aspecto físico.
**Publicado por "Europa Press"
Así se desprende de un trabajo titulado "Implicaciones andrológicas del abuso de eseteroides anabolizantes·, del director de la Unidad de Andrología del Institut Marquès, Ferran García, presentado recientemente en el XIII Congreso de la Sociedad Europea de Medicina Sexual, en Málaga.
En declaraciones a Europa Press, García ha constatado un aumento de las consultas por problemas de disfunción eréctil derivados del consumo de esteroides, que a menudo se consiguen en gimnasios o a través del "gran mercado negro" existente en la red, procedente a menudo de países de Europa del Este.
Ausencia de espermatozoides en el eyaculado -azoospermia-, desarrollo de la mama masculina -ginecomastia-, alteración de la líbido y trastornos psiquiátricas como la agresividad y el aumento de tendencias suicidas pueden ser consecuencia del consumo de anabolizantes.
"Llegamos a ver pacientes que han ganado entre 10 y 15 kilos de masa muscular en 12 semanas, y que ingieren o se inyectan una dosis de testosterona hasta 100 veces superior a la que necesitaría una persona que la requiriese por motivos estrictamente médicos", ha explicado el experto.
En esta línea, ha resaltado la "paradoja" que supone una "exceso de testosterona" -la hormona masculina por excelencia- en el cuerpo, porque puede provocar dificultades para la erección.
De hecho, la explicación por la que el testículo deja de producir testoesterona radica en el hecho de que su administración externa genera un efecto vago del órgano, ha argumentado el andrólogo.
Los profesionales del culturismo pueden evitar los efectos negativos en el aparato reproductor masculino con el control de consumo de los anabolizantes y otros tratamientos, pero no los perjuicios para la salud general, como son toxicidad del hígado, aumento del riesgo de trombosis y paradas cardiorrespiratorias.
Incluso fármacos veterinarios
Algunos, comenta García, incluso toman sustancias veterinarias como el clembuterol, administrado para engordar a vacas. Muchos de los pacientes "conocen" los riesgos, pero aún y así persisten en la ingesta de anabolizantes y, puntualmente, los dejan de tomar para recuperar las funciones sexuales para engendrar un hijo.
Se calcula que unas 90.000 personas abusan en España de estas sustancias, y unas 22.000 en Europa, la mayoría de entre 25 y 29 años. Un estudio reciente de la Comisión Europea señala que el 6 por ciento de los europeos que acuden regularmente a un gimnasio reconocen tomar fármacos para mejorar su rendimiento o aspecto físico.
**Publicado por "Europa Press"
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