Revista Salud y Bienestar

El consumo de compuestos fenólicos tiene efectos muy positivos para la salud

Por Fat
EL CONSUMO DE COMPUESTOS FENÓLICOS TIENE EFECTOS MUY POSITIVOS PARA LA SALUD
El reino vegetal tiene la llave de la prevención de la oxidación celular, con los compuestos fenólicos como sustancias con mayor capacidad para evitar el estrés oxidativo. Existen múltiples clasificaciones de las sustancias antioxidantes y la denominación de compuestos fenólicos responde a un grupo de sustancias químicas encontradas en plantas caracterizadas por la presencia de un grupo fenol o más por molécula. Tal como explica el doctor Francisco Tinahones, jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, “los compuestos fenólicos los constituyen una enorme cantidad de compuestos, todos ellos con un altísimo poder antioxidante y, entre ellos, el grupo de los flavonoides es uno de los más abundantes en los alimentos”.
Así lo ha señalado este experto en Sevilla, en el marco del Seminario para medios de comunicación Antioxidantes: aliados de la salud, convocado por Minute Maid, con el aval de la Academia Española de Dermatología y Venereología, la Asociación Española de Informadores de la Salud, y la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición. Y ha añadido que “hay numerosas evidencias de que el consumo de compuestos fenólicos tiene efectos muy positivos para la salud, y se los relaciona con la protección de la enfermedad cardiovascular, de determinados tipos de cáncer y con un enlentecimiento del envejecimiento; es decir, tienen un efecto positivo frente a los grandes problemas de salud de los países desarrollados”.
El efecto protector de los compuestos fenólicos se manifiesta en un menor estrés oxidativo, un proceso que tiene una relación estrecha, por ejemplo, con la aparición de la diabetes ligada a la obesidad: “el incremento en la producción de sustancias oxidantes -asegura el doctor Tinahones- está relacionado con la génesis de la diabetes”. Sin embargo, ese aumento de estrés oxidativo genera también, según este experto, un incremento del estado inflamatorio del sujeto, que influye de forma directa en el origen de enfermedades cardiovasculares. “Por otro lado -continúa Tinahones- existen evidencias claras de la relación entre el exceso de producción de productos oxidantes con la aparición de determinados tipos de cánceres. Por tanto, ese exceso de formación de productos oxidantes generados por el estilo de vida occidental puede ser contrarrestado, al menos en parte, por una mayor ingesta de productos antioxidantes naturales, como los compuestos fenólicos”.
-¿Dónde encontrarlos?
Entre los alimentos que poseen una importante cantidad de compuestos fenólicos se encuentran las frutas: arándanos, moras y frambuesas, manzanas, ciruelas, pomelos, cerezas o uvas son algunas de las que cuentan con más sustancias fenólicas. Dentro de las hortalizas, cabe citar, por ejemplo, alcachofas, espárragos, berenjenas, espinacas, brócoli, ajo o cebolla. Pero también los frutos secos, como nueces, pistachos, almendras y avellanas, y otros productos obtenidos de vegetales, como el vino, el té y el aceite de oliva que contienen compuestos fenólicos.
El doctor Tinahones asegura que “muchos de estos productos son constitutivos de la dieta mediterránea, que sería importante reivindicar como dieta saludable”. Además, señala que España está perdiendo esta forma de comer y los alimentos ingeridos en nuestro país no se diferencian demasiado de los de otros lugares del mundo desarrollado, perdiéndose así la adherencia a la dieta mediterránea de forma importante en las últimas décadas.
“Se deberían incluir en la alimentación de forma rutinaria -añade- productos que contienen compuestos fenólicos: aquellas frutas con alto contenido en compuestos fenólicos y que son poco accesibles en los mercados, como son las frutas del bosque, pueden tomarse también en forma de mermeladas o zumos comercializados”.
Los especialistas señalan que el mejor consejo nutricional que se puede dar es la recomendación del consumo de frutas y vegetales, con gran cantidad de nutrientes y antioxidantes, empezando por la infancia, ya que es el momento en el que los niños adquieren sus hábitos alimentarios. Los efectos protectores de los vegetales y las frutas observados en estudios epidemiológicos no se observan con presentación y dosis farmacológicas de las plantas o sus constituyentes, sino consumidos como parte de la dieta usual, tanto a nivel de matriz como de frecuencia de consumo. Los datos epidemiológicos muestran que el consumo de vegetales y frutas con antioxidantes es beneficioso por sí mismo.

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