El consumo de fruta y la actividad física.
En ocasiones todos aquellos que practicamos deportes nos fijamos en exceso en los complementos nutricionales que están más de moda, gastando dinero en productos químicos que dentro de unos meses nadie recordará, y que en teoría vienen a equilibrar nuestra dieta. Todo ello es, sin duda, muy útil, pero no debe de alejarnos de los productos más naturales y que consiguen los resultados más apetecibles. Y entre ellos destaca, sin duda, la fruta.
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La fruta resulta ideal para todos aquellos que realizan una actividad física por razones muy diversas. En primer lugar es uno de los alimentos naturales más fáciles de digerir, y su alto contenido en fibra puede ayudarnos a realizar con regularidad nuestras funciones intestinales. Además la fruta aporta una serie de nutrientes esenciales en buena cantidad, tales como hidratos de carbono, azúcares (la fructosa es uno de los azúcares más indicados en plena actividad deportiva dada su rápida asimilación), las vitaminas, los minerales y, sobre todo, su casi inexistente ración de lípidos. Por todo ello la fruta resulta ideal para dietas, ya que es muy saciante y apenas aporta calorías, además de evitar la deshidratación, puesto que tiene un gran contenido en agua. Sin duda la fruta es un alimento perfecto que no debe de faltar en la dieta de ningún deportista.
No todo van a ser barritas
Debemos comer un mínimo de tres piezas de fruta al día, existiendo una enorme variedad de especies perfectamente indicadas para la actividad física. Podemos destacar entre estas frutas más recomendables algunas como el plátano (con una alta carga de potasio y magnesio), la manzana (con alto índice de pectina, perfectamente indicada para después del esfuerzo por resultar adecuada para la recuperación), los cítricos (ideales proporcionando todo tipo de vitaminas, especialmente vitamina C, además de ser una de las frutas más ricas en agua), el melón y la sandía (cuyo aporte calórico es inferior al gasto que hacemos en su digestión, por lo que tienen las llamadas calorías negativas) o las ciruelas (perfectas proveedoras de fibra y una de las frutas con mayor carga de fructosa). En realidad casi cualquier fruta resulta beneficiosa para complementar la correcta alimentación de la persona que lleva a cabo un esfuerzo físico intenso, por lo que cualquier elección que hagamos será adecuada. Si acaso podemos contemplar dos únicas excepciones.
Un alimento ideal para el ciclista
Entre las especies que debemos de evitar tan sólo podremos señalar dos de ellas, y aun éstas pueden ser consumidas con moderación. De un lado el coco, que tiene un alto contenido en grasas saturadas, bastante perjudiciales para el sistema cardiovascular. De otro el aguacate, otra fruta con mayor índice de lípidos. Pero, aun así, estas frutas son recomendables para consumir de forma esporádica.