Sobrepasar los límites máximos recomendados para el consumo de alcohol podría tener consecuencias importantes en la salud. Recientemente, una investigación encontró que el consumo riesgoso de alcohol se asocia con un funcionamiento ejecutivo más bajo, que a su vez se asocia con el aumento de los problemas relacionados con el alcohol (Powell et al., 2021).
Esto se manifiesta incluso si la persona no depende del alcohol pero incurre en comportamientos de consumo riesgoso. Y, a su vez, se ha asociado con cambios en la función neurocognitiva, lo que podría afectar el funcionamiento diario y dar como resultado un mayor consumo de alcohol o un menor control sobre la bebida durante un episodio de consumo de alcohol y durante la abstinencia.
Qué metodología usaron
Participaron del estudio 323 personas consideradas consumidoras no peligrosas de alcohol y 343 consumidores peligrosos. La categorización se basó en las puntuaciones de la prueba de identificación de trastornos por consumo de alcohol, una herramienta de detección desarrollada por la Organización Mundial de la Salud.
Los participantes completaron una evaluación de los problemas relacionados con el alcohol y una prueba de la función ejecutiva, que midió factores como la planificación estratégica, la capacidad organizativa, el control de los impulsos, la motivación y la empatía. Los problemas relacionados con el alcohol incluyeron impactos negativos en aspectos financieros, legales, físicos, sociales y psicológicos. Por ejemplo, se les preguntó si habían tenido problemas con la policía debido a la bebida o si habían perdido un día entero en el trabajo después de una sesión de bebida.
Qué encontraron
Los investigadores encontraron que los bebedores peligrosos tendían a un desempeño más bajo en las subescalas de planificación estratégica, capacidad organizativa y control de impulsos en la prueba de función ejecutiva. Estos hallazgos proporcionan evidencia de que el consumo peligroso de alcohol provoca un deterioro autoinformado de la memoria y la función ejecutiva.
Los bebedores peligrosos también presentaron niveles más altos de problemas relacionados con el alcohol. Las deficiencias en la memoria y la función ejecutiva mediaron los efectos del alcohol en los problemas relacionados con el alcohol, lo que indica que, como se esperaba, la reducción de la función ejecutiva está relacionada con niveles más altos de problemas con el alcohol debido a niveles más bajos de control sobre la bebida.
Las limitaciones del estudio abarcan el hecho de estar basado en el autoinforme, por un lado, y en que se llevó a cabo en el Reino Unido durante el primer confinamiento por la pandemia de COVID-19, por lo que puede haber niveles más altos de consumo de alcohol, además de una menor sensación de control ejecutivo no necesariamente relacionado con los efectos del alcohol.
Este estudio se usó para informar qué funciones neurocognitivas podrían ser importantes para reducir los problemas relacionados con el alcohol en los bebedores peligrosos dependientes y no dependientes.
Referencia bibliográfica: Powell, A., Sumnall, H., Kullu, C., Owens, L., & Montgomery, C. (2021). Subjective executive function deficits in hazardous alcohol drinkers. Journal of Psychopharmacology , 35(11), 1375-1385. https://doi.org/10.1177/02698811211032605
Fuente: Psypost
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