[El Contrapunto] Juego de Tronos

Como este post sirve de estreno para nuestra nueva sección El Contrapunto, permitidme presentarla. Hablaremos de series que triunfan pero criticando, con argumentos como siempre, el por qué a quien escriba no le gusta. Para gustos… las series.

Y empezamos con Juego de Tronos (Game of Thrones), una serie que empecé a ver cuando ya se había emitido casi toda su primera temporada y de la que todo el mundo hablaba. Que fuera de HBO me convencía, que saliera Sean Bean, el spoiler andante, también. Así que empecé a verla y bueno… Que su piloto no me pareció para tanto, vaya.

A mis ojos era una serie muy lenta, con mucho personaje de los cuales la mayoría sabía que me iban a dar igual y que, salvando las distancias, por su estética probablemente me recordaba a El Señor de los Anillos (The Lord of the Rings). ¿Que no tienen que ver la una con la otra nada? Pues no, lo sé.

En fin, que como siempre suelo dar tres episodios de margen a una serie para decidir si sigo o si la dejo abandonada para siempre, con Juego de Tronos hice una excepción y aguanté tres y medio. Y digo medio porque el cuarto lo pasé a ritmo de Fast Forward.

Lo único que consiguió crearme Juego de Tronos fue aburrimiento. Y sí, está bien hecha, eso es innegable, y también tiene algunos personajes buenos pero no le encontré alicientes que me hicieran seguir viéndola. Mucha palabrería que no me interesaba y lentitud en escenas que se podían ventilar mucho antes.

Básicamente por esas razones la dejé. Hasta me contaron qué pasaba pero ni aún así me picó la curiosidad para reengancharme y recuperarla porque no, no es mi tipo de serie. Y ojo, que no tengo nada contra las series lentas ¿eh? Que disfruto bastante con Treme y para muchos seguro que es la lentitud personificada. Pero no, por mucho que tenga tantos fans, por mucho que sea una de las series que más triunfan… No puedo con Juego de Tronos.