Revista Salud y Bienestar
El control de la hipertensión debe mantenerse durante las 24 horas para reducir el riesgo de complicaciones
Por Fat
La hipertensión arterial afecta al 26,4% de la población adulta mundial y es el primer factor de riesgo de enfermedad cardiovascular; es responsable de más muertes que cualquier otra patología, incluyendo el colesterol alto, la diabetes o el tabaquismo.
La elección del tratamiento más adecuado para la hipertensión depende no solo de las cifras de presión arterial, sino de la presencia de otros condicionantes, como los factores de riesgo o las lesiones de órgano diana.
Por ello, Boehringer Ingelheim ha organizado, en el marco de la 17ª Reunión Nacional que la Sociedad Española de Hipertensión – Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA) celebra en Madrid del 7 al 9 de marzo de 2012, el Debate 80" sobre Elección de Tratamiento en Hipertensión Arterial.
El debate tiene como novedad realizarse bajo un formato innovador, en el que los participantes realizan recomendaciones claras y concisas en 80 segundos sobre el tratamiento y sobre cómo, cuándo y con qué mecanismos iniciar el mismo.
Uno de los principales aspectos que se analizan en esta cita es la importancia del control de la hipertensión durante las 24 horas. El doctor Alejandro de la Sierra, jefe de Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Mutua Terrassa, explica que "el riesgo de la presión elevada depende de la carga continua; así, su reducción debe ser uniforme a lo largo de todo el período que cursa entre dos tomas del fármaco, actualmente 24 horas". Además, señala el experto, está comprobado que elementos de elevada variabilidad de la presión arterial -como las oscilaciones a lo largo del día y la elevación que sucede por la mañana y que generalmente se sobrepone al final del periodo efectivo de una dosis previo a la administración de la siguiente, son importantes en la determinación del riesgo del paciente.
En ese sentido, telmisartan (Micardis®, Micardis Plus® y Twynsta®), fruto de la investigación de Boehringer Ingelheim, según el experto, "es uno de los pocos fármacos que ha demostrado su capacidad de prevenir la aparición de eventos y reducir la mortalidad en pacientes de alto riesgo cardiovascular, como diabéticos o aquellos que han tenido un evento cardiovascular previo". Los beneficios del control de 24 horas están ligados, según el doctor de la Sierra, a su capacidad de reducir la presión de forma uniforme a lo largo de todo el período de dosificación.
Este fármaco reduce y mantiene durante 24 horas el objetivo de presión arterial en una amplia variedad de pacientes con hipertensión leve, moderada y grave.
El riesgo de un paciente hipertenso con cifras de presión arterial controladas las 24 horas de sufrir un evento cardiovascular podría ser el mismo que el de una persona con tensión normal que no requiera tratamiento. Aunque ello no ha sido específicamente probado y, en general, se cree que el riesgo del hipertenso en tratamiento sigue siendo más elevado que el de los normotensos, el experto señala que, en realidad "ello es debido a que la mayoría no consigue el control adecuado de la presión y a que la presencia de otros factores de riesgo igualmente importantes son más frecuentes en la población hipertensa".
La presencia de otros factores de riesgo como la obesidad, el síndrome metabólico y la diabetes incrementa la resistencia al tratamiento, lo que hace necesario, según el doctor de la Sierra, "un esfuerzo terapéutico mayor en estos pacientes para vencer dicha resistencia, dado que son precisamente estos grupos los que presentan un riesgo cardiovascular más elevado".
La elección del tratamiento más adecuado para la hipertensión depende no solo de las cifras de presión arterial, sino de la presencia de otros condicionantes, como los factores de riesgo o las lesiones de órgano diana.
Por ello, Boehringer Ingelheim ha organizado, en el marco de la 17ª Reunión Nacional que la Sociedad Española de Hipertensión – Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA) celebra en Madrid del 7 al 9 de marzo de 2012, el Debate 80" sobre Elección de Tratamiento en Hipertensión Arterial.
El debate tiene como novedad realizarse bajo un formato innovador, en el que los participantes realizan recomendaciones claras y concisas en 80 segundos sobre el tratamiento y sobre cómo, cuándo y con qué mecanismos iniciar el mismo.
Uno de los principales aspectos que se analizan en esta cita es la importancia del control de la hipertensión durante las 24 horas. El doctor Alejandro de la Sierra, jefe de Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Mutua Terrassa, explica que "el riesgo de la presión elevada depende de la carga continua; así, su reducción debe ser uniforme a lo largo de todo el período que cursa entre dos tomas del fármaco, actualmente 24 horas". Además, señala el experto, está comprobado que elementos de elevada variabilidad de la presión arterial -como las oscilaciones a lo largo del día y la elevación que sucede por la mañana y que generalmente se sobrepone al final del periodo efectivo de una dosis previo a la administración de la siguiente, son importantes en la determinación del riesgo del paciente.
En ese sentido, telmisartan (Micardis®, Micardis Plus® y Twynsta®), fruto de la investigación de Boehringer Ingelheim, según el experto, "es uno de los pocos fármacos que ha demostrado su capacidad de prevenir la aparición de eventos y reducir la mortalidad en pacientes de alto riesgo cardiovascular, como diabéticos o aquellos que han tenido un evento cardiovascular previo". Los beneficios del control de 24 horas están ligados, según el doctor de la Sierra, a su capacidad de reducir la presión de forma uniforme a lo largo de todo el período de dosificación.
Este fármaco reduce y mantiene durante 24 horas el objetivo de presión arterial en una amplia variedad de pacientes con hipertensión leve, moderada y grave.
El riesgo de un paciente hipertenso con cifras de presión arterial controladas las 24 horas de sufrir un evento cardiovascular podría ser el mismo que el de una persona con tensión normal que no requiera tratamiento. Aunque ello no ha sido específicamente probado y, en general, se cree que el riesgo del hipertenso en tratamiento sigue siendo más elevado que el de los normotensos, el experto señala que, en realidad "ello es debido a que la mayoría no consigue el control adecuado de la presión y a que la presencia de otros factores de riesgo igualmente importantes son más frecuentes en la población hipertensa".
La presencia de otros factores de riesgo como la obesidad, el síndrome metabólico y la diabetes incrementa la resistencia al tratamiento, lo que hace necesario, según el doctor de la Sierra, "un esfuerzo terapéutico mayor en estos pacientes para vencer dicha resistencia, dado que son precisamente estos grupos los que presentan un riesgo cardiovascular más elevado".
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