El control de tu propia historia

Y mi niña interior preguntaba:

¿Y porqué me dejas? ¿porqué me has abandonado? ¿Acaso crees que no te necesito tanto como ella? ¿No entientes lo que me duele perderte?

Sólo hay algo que podemos controlar: cómo pensamos. De ahí es de donde derivan los sentimientos y las emociones. Aunque en teoría lo que sentimos se encuentra en un lugar diferente.

Algo que en condiciones normales es fácil de realizar. Es simplemente pararte a escuchar tu diálogo interno y preguntar ¿Qué estás pensando? ¿Qué te hace pensar así?

Yo he pasado por estados alterados del pensamiento, debido a algunas sustancias que tomé y sé lo difícil que resulta salir de ahí. Entonces sí que es imposible que podamos experimentar la verdadera experiencia de pensar por nosotros mismos o ser dueños de lo que pensamos y sentimos.

Pero en realidad podemos decidir en gran parte como pensamos o nos sentimos ante determinadas situaciones.

En nuestro mundo es habitual el blanco o el negro. El: me siento bien y me siento mal. Son estados emocionales que a veces parecen no derivar de nosotros, pero que en el fondo elegimos.

SENTIR

Ya sea por circunstancias internas o externas podemos elegir sentir en lugar de pensar. Podemos por un momento para la vida y dejar de pensar en lo que nos hace daño. Y vas a descubrir una cosa, lo que te hace daño es el pasado, o es el futuro. Por lo general no es el presente. Y si lo es, quizás no te has detenido a pensar porqué estas pasando por ello.

Quizás lo que te pase ahora mismo es horrible. Yo tuve que reconstruir mi vida tras un despido que fue un palo enorme en su momento. A día de hoy puedo escribir gracias a ello en este blog.

Y después me han pasado cosas buenas como tener ayudas de miles de euros y no apetecerme gestionarlas.

MI AHORA

Yo ahora estoy en un proceso de ruptura traumático, donde se han dado muchas circunstancias. Pero estoy aprendiendo de ellas. Soy consciente ahora que esto me hace más humana y que me va a cambiar para siempre la vida.

Yo soy la que elijo en qué manera me la va a cambiar, si a mejor o a peor. Y no es algo que se produzca en dos días. Pero la emoción de saber que la vida es pendular, y entender lo mal que lo he pasado y lo sigo pasando a veces me hace ver que algún día esto será para algo mucho mejor que lo que tenía.

Porque los malos momentos están ahí para recordar que todos podemos vivir una vida “de puta madre”. Nos ayuda a entender la suerte que tenemos, en lugar de lamentar lo que ya no tenemos.

TRANCISIONES

En la vida se generan vacíos. No solo de cosas o bienes, sino de personas. A veces te llevan por un sendero dificil. Yo he perdido a mucha gente en el camino y he ido encontrando a otras.

Quizás es una limpieza como dicen muchos. Yo más bien creo que existen las sintonías y las desintonías. Es decir, que cuando estás en un momento de cambio profundo mucha gente se va a alejar de ti, aunque te quiera, pero siempre aparecerán las que necesitas en ese momento.

Y es como una radio, de primeras encuentras a personas que sintonizan la misma frecuencia. Gente que ha pasado por experiencias similares o que te aportan algo que necesitas y pierdes sintonía con personas que no entienden esas trancisiones.

A mí era algo que ayer me hizo reflexionar mucho, porque se dio en varias personas a la vez. De primeras me vi, que había un montón de gente que simplemente dejó de entender mi cambio.

Y es que ya no soy la misma. Ni mejor, ni peor. Lo que está claro es que cuando se produce un cambio profundo nada puede ser lo mismo. Es imposible hacer viajes al pasado. Por tanto no queda otra que hacerlo al futuro.

EL FUTURO DUELE

El cambio trae consigo incertidumbre. No se puede controlar, y todo lo que no podemos controlar nos han enseñado a que nos genere ansiedad.

Pero si miras atrás y revisas tus miedos te das cuenta cuantos cambios buenos se han ido produciendo a lo largo de tu vida. Seguro que muchos

EL PÉNDULO

En la esfera espiritual se dice que todo es como un pédulo. Va de lo bueno a lo malo. Sólo que ni quiera sabemos que es bueno y qué es malo.

Este artículo El control de tu propia historia lo escribió desde el blog Mamá Convergente la autora Eva González Mariscal