Revista Cultura y Ocio

El coronel no tiene quien le escriba, pero todos escribimos sobre él.

Publicado el 19 junio 2024 por Ispamaga @is_ma_ga

Recientemente terminé de leer «El coronel no tiene quien le escriba», una obra de Gabriel García Márquez que había llamado mi atención dese hace años, gracias a la reputación del autor y la resonancia emocional que muchos lectores encuentran en esta novela corta. A pesar de mis altas expectativas, debo admitir que la experiencia de lectura no cumplió completamente con lo que esperaba.

El coronel no tiene quien le escriba, pero todos escribimos sobre él.

Inicialmente, me encontré debatiendo si clasificarla como una novela corta o un cuento extendido. Esta ambigüedad en su estructura me hizo pensar sobre cómo podría haber afectado el desarrollo de los temas y el profundizar en los personajes. Este formato más breve, a mi parecer, limitó el desarrollo que anticipaba, dejando un deseo de haber explorado más o de haber aprovechado un potencial no completamente explotado.

Sin embargo, debo destacar el estilo inconfundible de García Márquez. Su escritura, sencilla y directa, posee una capacidad excepcional para meternos en la vida de sus personajes. Viví de cerca junto al coronel y su esposa su carga de esperanza y su miseria material. Fue en estos aspectos donde el libro brilló con más intensidad para mí.

Los temas de la espera y la pobreza son tratados de manera directa y lograron resonar bastante conmigo. Estos elementos no solo reflejan una realidad específica de la época y el contexto en que fue escrita la obra, sino que también nos muestran lo que viven aquellos marcados por banderas políticas: las promesas incumplidas por sistemas corruptos o ineficaces.

En este relato se adopta un enfoque más realista en comparación con sus otras obras, donde el realismo mágico tiene más relevancia. Aunque esta novela se caracteriza por una menor carga de elementos mágicos, no está completamente desprovista del tema temporal y la sensación de irrealidad que rodea la interminable espera del coronel. Su narrativa directa es poderosa, sobre todo para ponernos en el espacio físico donde se vive todo y nos hace pensar en la decadencia social y política que enfrentan los personajes. Existe un comentario social que es evidente: el abandono del coronel y su lucha diaria son un espejo de las frustraciones y el olvido que a menudo caracterizan la relación entre los ciudadanos y el estado en muchos contextos latinoamericanos.

El gallo como personaje, una maravilla bastante simbólica.

Aunque «El coronel no tiene quien le escriba» no cumplió todas mis expectativas en cuanto a profundidad y desarrollo, sí me dejó con valiosas reflexiones y un aprecio por la técnica narrativa de García Márquez. Es una obra que, pese a mis reservas, recomendaría por su estilo narrativo preciso y su mirada social.

Recomendaciones de lecturas:

“La muerte de Artemio Cruz» de Carlos Fuentes

«Pedro Páramo» de Juan Rulfo

«Los ríos profundos» de José María Arguedas

«El viejo y el mar» de Ernest Hemingway

«Balún Canán» de Rosario Castellanos


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