Una vez fuera del laberinto, Thomas (Dylan O'Brien) y el resto de clarianos, son trasladados a lo que parece un refugio seguro, pero que resulta ser un laboratorio donde los chicos son objeto de experimento.Cuando Thomas descubre la verdad, coge a sus amigos y huye, sin saber qué peligros les esperan fuera.
Como adaptación literaria es un auténtico fracaso. No han seguido en absoluto el libro, y si ya la primera película se ceñía poco, esta aún menos. Puestos ha cambiar cosas, han cambiado hasta la trama más esencial. En el libro, los clarianos eran obligados a salir a La Quemadura (una segunda prueba después del laberinto) con el fin de que los que sobrevivieran, conseguirían una cura para El Destello. En la película por el contrario, los muchachos huyen, por lo que han apañado un final bastante cutre para que todo pueda cobrar sentido, y con el que el desenlace de la tercera parte se verá afectado.
Como película en sí, no está tan mal. Hay mucha acción e intriga, y numerosos momentos en los que el espectador se queda sin aliento. Los efectos especiales están muy logrados, especialmente los "raros" (gente infectada por El Destello). Por otra parte, hay muy poco diálogo trascendente entre los personajes; la acción ocupa casi la totalidad de la cinta.
El final queda abierto, a la espera de la tercera y última entrega de esta saga.
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