2020, ese será el año fijado por Fomento para que un tren salga de Algeciras y, tras recorrer unos 1.300 kilómetros, llegue a la frontera francesa sin interrupciones. Este proyecto, conocido como Corredor Mediterráneo no es una idea nueva, puesto que es una idea surgida en 1989, cuyo proyecto técnico final fue presentado el pasado 16 de marzo en Barcelona.
Este corredor ferroviario tiene como objetivo principal de transportar mercancías hasta la frontera con Francia a través de las comunidades de Andalucía, Murcia, Valenciana y Cataluña, pero además, tiene la pretensión de impulsar el transporte de viajeros (quiere pasar de 2,9 millones a 7,9 millones). De hecho, Fomento ya ha iniciado los trabajos para licitar el tramo de alta velocidad entre Valencia, Castellón y Tarragona, obra que costará 5.200 millones de euros, coste que tratarán de financiar mediante la participación de las empresas adjudicatarias.
El mayor problema que tiene José Blanco para sacar adelante este proyecto es su coste conjunto, o lo que es lo mismo, 51.300 millones de euros. Si bien es cierto que hay tramos ya construidos, cuyo valor se estima en unos 8.400 millones de euros, según el proyecto presentado por Blanco, aún queda mucho por hacer, para lo que Fomento se compromete a invertir 25.400 millones de euros entre 2011 y 2020, montante necesario para poner en marcha los 1.300 kilómetros de vía que separan ambos puntos.
Aunque la mayor parte del coste va a ser asumido por el Estado, este quiere conseguir que la Unión Europea califique el corredor como una infraestructura prioritaria en la revisión de su red básica, con el fin de compartir el coste con Fondos de la UE (además de los acuerdos que puedan alcanzar con entidades del sector privado). Hay que tener en cuenta que, en esa elección (a realizar en unos dos meses), el Gobierno va a presentar, además de la solución por el Mediterráneo, una propuesta por el centro peninsular (cruce de la frontera por Aragón) y otra por el Atlántico (cruce por Euskadi).
Para aprovechar la red actual, los técnicos del Ministerio han pensado en habilitar un tercer raíl en las vías actuales, de forma que la línea sea compatible tanto para los trenes de ancho ibérico como los de ancho internacional, un punto a tener muy en cuenta, puesto que se aprovecharía lo que ya hay construido, con el ahorro que esto supone.
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