«Vestía completamente de negro y con una elegancia poco común entre los filibusteros del Gran Golfo de México. Llevaba una rica casaca de seda negra, adornada con encajes de igual color, y solapas de piel asimismo negra; calzones también de seda negra, ceñidos a la cintura con una ancha faja con flecos; las botas tenían un doblez de color diverso y en la cabeza, lucía un ancho sombrero de fieltro, adornado con una larga pluma negra, que le caía sobre los hombros.» [Pág. 71]
De esta forma define Salgari al protagonista de esta estupenda novela de aventuras, El corsario negro, que José Abad autor de la introducción define como la quintaesencia del arte narrativo del autor. Emilio de Roccanera, señor de Ventimiglia y Valpenta, que así se llama nuestro protagonista, solo vive para vengarse del duque Wan Guld, que asesinó a su hermano mayor en tierras de Flandes y ahorcó luego a sus dos hermanos menores bajo el cielo de Venezuela. Y como en toda novela de aventuras que se precie, en esta también existe una mujer, la jovencísima Honorata Wan Guld, hija del susodicho, de quien él se enamorará locamente.
El corsario negro es el primer título que compone la trilogía de Emilio di Roccanera, el Corsario Negro que se completa con La reina de los Caribes y Yolanda, la hija del Corsario Negro.
La acción se desarrolla en el mar Caribe durante el siglo XVII, en los años posteriores a 1686, época de esplendor de la piratería. Emilio de Roccanera, señor de Ventimiglia, más conocido como el Corsario Negro, ha jurado una terrible venganza por la muerte de sus hermanos (el Corsario Rojo y el Corsario Verde) a manos del gobernador de Maracaibo, el flamenco Van Guld. Y en su cruzada personal, el destino pone en su camino los ojos grises de una mujer de innegable belleza que será su perdición…
El escritor Emilio Salgari buscó su inspiración en la obra sobre historia de la piratería de Alexandre Olivier Exquemelin. El Corsario Negro, como ocurre con frecuencia a los protagonistas de sus novelas, se enamora de la hija de su enemigo, Honorata de Van Guld, con quien vivió un breve idilio. Fruto de su matrimonio fue Yolanda, protagonista de la tercera novela, junto con el antiguo lugarteniente del Corsario, Morgan. En los dos últimos títulos toma el relevo en el protagonismo de la serie Enrico di Ventimiglia (Enrique de Ventimiglia), el hijo del Corsario Rojo.
Salgari no se refiere a sus personajes como a los tradicionales piratas, que saquean, matan y destruyen con su típica fama de hombres crueles carentes de valores. Habla, más bien de hombres valientes que luchan por la justicia, que creen en el honor, la honestidad y el valor de la palabra. Dentro de la novela de Salgari a menudo aparecen en forma de personajes, verdaderos piratas de otros tiempos: Henry Morgan, El Olonés y Michel el vasco.
La presente edición parte del texto fijado por Ruggero Leonardi, Vittoriano Bellati y Vittorio Sarti en Il Corsaro Nero (Milán, Mondadori, 1995), que reproduce fielmente la edición original de 1898. José Abad, editor y traductor de la novela nos cometa en la introducción que se ha permitido una única licencia: “Emilio Salgari escribía en párrafos muy breves, brevísimos, ciertamente anómalos que rompen a menudo la continuidad de la acción descrita, de modo que ha unido en un mismo párrafo esos fragmentos sueltos que se refieren a una misma acción. Por lo demás, todos mis esfuerzos se han volcado en la traslación a nuestro idioma de la ligereza, la desenvoltura, el ardor y el dinamismo, sobre todo el dinamismo, que traspira esta novela”.
Sinopsis de la editorial:
Emilio Salgari fue mucho más que un mero “Verne italiano”, creó el género de aventuras en italiano a partir de unos modelos foráneos que supo adecuar al gusto de sus compatriotas, potenciando los aspectos operísticos, por ejemplo, y a su vez enriqueció el género con aportaciones muy personales. Los héroes de Salgari quizá estén fuera de la ley, pero defienden con tenacidad las ideas de libertad y justicia y generosidad hasta crear una literatura mitológica del valor. Feroz en la batalla y apasionado en el amor, el Corsario Negro es el inolvidable protagonista de esta novela trepidante y, probablemente, sea el sujeto estético más refinado del universo salgariano.
El autor:
Emilio Carlo Giuseppe Maria Salgari nació el 22 de agosto de 1862 en Verona (Italia). Se enroló como aprendiz de marinero, y a los 19 años se convirtió en capitán de ultramar. En sus travesías recogió las experiencias que más tarde plasmaría en sus historias. De regreso a Italia, con una fiebre tropical que le impedía hacer trabajos pesados, se dedicó a la escritura para subsistir. Autor de ochenta novelas de aventuras y multitud de cuentos para jóvenes que han sido reeditados un gran número de veces y leídos por la juventud de todo el mundo. Sus obras se encuadran en distintos ciclos narrativos. Entre ellas destacan: Los piratas de la Malasia (1896), El corsario negro (1899), La reina de los caribes (1901), Los tigres de Mompracen (1901), Los dos tigres (1905), El rey del mar (1906), El desquite de Sandokán (1907) y En las fronteras del Far-West (1908). Su nombre se había popularizado en toda Europa, era leído incluso por la realeza y se le había honrado con el título de caballero. Con todo esto, mantenía a duras penas y con largas e intensas jornadas de trabajo a su mujer y sus cuatro hijos, sujeto a sus editores por un jornal escaso. Su contrato con Donath, su primer editor, le obligaba a entregar tres novelas anuales por 4000 liras, que apenas llegaba para sufragar sus gastos domésticos. Debido a problemas familiares y económicos, el 25 de abril de 1911 decidió acabar con su vida haciéndose el harakiri. [Biografía: Páginas de Espuma]
El libro:
El corsario negro (título original: Il Corsaro Nero, 1898) ha sido publicado por Ediciones Cátedra en su Colección Letras populares. Edición y traducción de José Abad. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 468 páginas.
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Para saber más:
Emilio Salgari en Wikipedia.