¿Quién no se acuerda de ese primer amor, que probablemente tubo en la adolescencia? ¿Hasta que limite hubiéramos llegado si nos hubieran hecho romper esa relación? Este es el caso de Pauline y Juliet dos chicas que no supieron poner límite a su amor y fueron capaces de todo por él.
Juliet Marion Hume nació en Londres en 1939. Procedía de una familia muy respetada en Inglaterra. Su padre, Henry Hulme, era conocido por haber sido el director de investigaciones del Almirantazgo.
Juliet Marion Jume de pequeña
Cuando Juliet tenía 9 años, ella y su familia emigraron a Nueva Zelanda debido a un traslado del trabajo de su padre.
En 1953, la niña tuvo que interrumpir sus estudios debido a que contrajo tuberculosis.
Pauline Yvonne
A diferencia de Juliet, Pauline Yvonne Parker, procedía de una familia humilde y bastante problemática. Su padre era dueño de un almacén de pescado al por mayor, su hermana adoraba de manera excesiva a su madre, uno de los hermanos estaba en una institución mental, y otro había muerto siendo un bebe.
Pauline era una chica bastante obstinada, huía de casa cuando no conseguía lo que quería, sentía mucha admiración por su madre, y desde pequeña no tenía mucha salud e incluso padeció una enfermedad y le dejo como séquela una ligera cojera.
Pauline y Juliet se conocieron en la Escuela Superior Femenina de Christchurch cuando tenían diecisiete y quince años. Físicamente las niñas no se parecían en nada, Pauline era baja, obesa, morena y poco atractiva y por lo contrario Juliet era alta, delgada, rubia y hermosa.
Ambas tenían intereses comunes, les gustaba la ópera, los libros de caballerías, los mundos fantásticos en los que eran los protagonistas caballeros andantes, princesas y príncipes encantadores.
Poco a poco Pauline y Juliet se fueron enamorando, hasta que los padres de ambas se enteraron de su relación lésbica, se alarmaron tanto que decidieron poner fin a su romance. La familia de Juliet decidió trasladarse con ella a Sudáfrica.
Pauline y Juliet tuvieron permiso de sus familias para pasar diez días juntas antes del viaje. Pauline escribo la siguiente frase, manifestando el odio que tenía hacia su madre:
“Ella es uno de los principales obstáculos de mi camino. De repente se me ocurrió el procedimiento para eliminar aquel obstáculo. Si ella muriera…”
Las niñas no querían separarse y tener que romper su relación, así que pensaron un plan contra la madre de Pauloine.
El 19 de enero Pauline escribió:
“Lo tenemos estudiado cuidadosamente y temblamos ante la idea. Como es natural, nos sentimos un poquito nerviosas. Pero el placer de los preparativos es muy grande. Somos ángeles y demonios, criaturas celestiales, tan vulnerables, que terminan forjando su propio infierno por querer ganar el cielo…”
El 21 de junio, Pauline escribía:
Diario de Pauline
Lugar donde matarón a la madre de Pauline
El día 22 de junio de 1954, las dos niñas y la madre de Pauline fueron a dar un paseo, su hija se puso en un momento determinado detrás de su madre y le dio en la cabeza con mucha fuerza, con una maza (un ladrillo metido dentro de un calcetín). La madre cayó al suelo gritando y llorando por el dolor y la traición de su hija. Pero su hija y la novia no pararon de golpearla hasta matarla.
El Salón de té de Agnes
Después de cometer dicho crimen, las niñas se pusieron histéricas, entraron cubiertas de sangre en el salón de té de Agnes Ritchie. Pauline gritaba: “¡Mamá está terriblemente malherida!”.La policía al rato localizaron el cuerpo sin vida de la señora Parker, el cuerpo presentaba cuarenta y cinco heridas en el cráneo, y varias en las manos. Al lado de la víctima se encontraba el arma del crimen, un ladrillo cubierto de sangre. La hija de la víctima y su pareja declararon que la víctima había caído por un declive de la colina, pero a los policías no les convenció dicha declaración.
Al cabo de un rato, Pauline confeso que había sido ella quien había asesinado a su madre.
Dos días después, ambas niñas fueron acusadas de asesinato.
El 23 de agosto de 1954, se inició el juicio de Juliet y Pauline, las pruebas más relevantes fueron los diarios de ambas chicas. Se barajó la idea de que pudieran tener alguna enfermedad mental, pero se desestimó esa hipótesis, ya que en sus diarios reflejaban que quizá sí que no tenían una mente corriente, pero que el asesinato estaba premeditado y que ellas eran conscientes de sus actos.
Finalmente el juez las condeno a prisión “hasta obtener el beneplácito de Su Majestad”, en aquellos tiempos era la pena más dura a la que las podían someter al ser menores.Fueron encarceladas en instituciones separadas, ambas mientras fueron estudiando. Cuando salieron de las instituciones, se cambiaron los nombres, Pauline sigue soltera, vive en el condado de Kent y dirige una escuela de equitación para niños y Juliet se fue a vivir al norte de Escocia, sigue soltera y es una escritora de gran éxito.
Feliz día de San Valentín