Revista Cultura y Ocio

"El Crimen del Padre Amaro" de José Maria Eça de Queiroz (1875)

Publicado el 25 octubre 2013 por Tomas

"De Espanha, nem bom vento nem bom casamento"

(Sabiduría tradicional portuguesa)

Hola a todos. Como recordaréis, desde KindleGarten pusimos en marcha un reto llamado "12 Iberoamericanos", en el que España y Portugal estaban incluidas por ser los papás de esa criatura que se llama Iberoamérica. Lo cierto es que los españoles pecamos de pasar bastante de la patria de CR7 y de ignorar por sistema la realidad cotidiana de un país pequeño de extensión pero enorme en Historia, cultura y patrimonio y, que si bien hoy día no está en su mejor momento, en el pasado fue potencia mundial y el primer país moderno de Europa.

Bien, pues es el turno de Portugal, y estará representado por un auténtico clasicazo, que conocía sólo de nombre pero cuya lectura ha merecido la pena sin duda. Será que como gallego y lusófilo, tengo debilidad por nuestros vizinhos e irmaõs del sur, que distinguen galegos de espanhois, con lo que compartimos tantas afinidades y con quienes, en muchos aspectos, tenemos más en común que con nuestros compatriotas, en especial nuestras dos lenguas hermanas casi gemelas. Vamos allá:

Título: El crimen del Padre Amaro. Escenas de la vida devota (O crime do Padre Amaro. Cenas da vida devota)

Autor: José Maria Eça de Queiroz. Abogado, diplomático, escritor y el autor más destacado del realismo portugués.

Lo leemos...: En digital, en el Kindle.

Sinopsis: Mediados del S. XIX. El joven Padre Amaro es destinado a Leiria, donde se enamorará de Amélia, la hija de su casera, con la que mantendrá una tórrida relación, a través de la que veremos un detallado retrato de la hipocresía y la doble moral de la sociedad de su época.

¿Cómo lo podemos definir?: Como un auténtico "novelón" decimonónico, de estilo realista y naturalista, con una trama romántica y una importante carga costumbrista y de crítica social.

¿Qué podemos destacar de él?: Que es un ejercicio de realismo magistral y que muestra la osadía de su autor, pues su argumento debió ser un auténtico escándalo en su época.

Para comenzar esta reseña, debo advertir que no estamos ante un libro ligero ni una lectura de simple distracción. No me entendáis mal, no es un "leño", ni denso o lento en exceso, pero es un libro profundo, para degustar despacio y recreándose en sus muchos matices. Si habéis leído "Cumbres borrascosas", "Orgullo y Prejuicio" o "La Regenta" sabéis a lo que me refiero: a esos grandes "novelones" del siglo XIX, cuando las historias se construían con solidez y a conciencia, gracias a lo cual han llegado a nosotros convertidos en lo que son: Grandes Clásicos.

"El crimen del Padre Amaro" está al nivel de las citadas en su magnitud y trascendencia, siendo quizá la obra de Clarín (diez años posterior) aquella con la que comparte más elementos, tanto de temática como de ambientación.

Así pues, es una obra intachable a nivel literario, formal y estilístico. La narrativa de Eça de Queiroz es deliciosa, pulcra, musical. Las descripciones, sin caer en el exceso de extensión, son precisas y nos permiten "ver" personajes y escenarios. Decía antes que el libro no es denso, y en verdad está revisado y afinado para no caer en redundacias ni hacerse pesado.

El argumento, para mí, es apasionante: El amor prohibido entre un sacerdote y una joven, y cómo este degenera en una relación tormentosa, a la par que se muestran las relaciones de poder y las influencias de unas clases sociales y de unas personas sobre otras.

Es significativa la capacidad de Eça para crear personajes y dotarles de personalidad, casi siempre ligada al físico, rozando algunos la caricatura, pero dotados todos y cada uno de gran humanidad y de muchos claroscuros, sin caer nunca en el maniqueísmo. Vemos como están sujetos a dudas, cambios de parecer y sentimientos que los mortifican, especialmente al Padre Amaro y a Amélia, cuyos sentimientos y emociones nos transmite el autor con gran viveza y claridad.

En lo que se refiere a la trama, vuelvo a destacar lo arriesgado y provocador que debió ser en su día (recordemos por ejemplo que Clarín no pudo publicar "La Regenta" en Oviedo, tal fue el escándalo que suscitó). Según mi punto de vista, supone una feroz crítica social, en especial contra la burguesía y el estamento clerical (no contra la religión, como veremos), contra la hipocresía y la doble moral, así como contra el atraso y la decadencia de la nación portuguesa, percibiéndose en el autor un ansia de renovación y de progreso social, de regeneración de una sociedad estancada y empobrecida por una clase burguesa ociosa, rentista y carente de iniciativa empresarial. [Los paralelismos con España son más que evidentes, y podría ambientarse nuestra historia en Cuenca o en Soria, o en las gallegas Ourense o Pontevedra sin encontrar diferencias palpables].

El clero se lleva sin duda la peor parte, representando tanto el Padre Amaro como el canónigo Dias o el Padre Brito las peores faltas a sus votos: lujuria, gula, aburguesamiento, desvinculación del pueblo llano, descuido de sus tareas, adscripción a la burguesía con la que comparten pasatiempos frívolos... Sólo el buen Abad Ferrão, uno de mis personajes predilectos del libro, es el sacerdote humilde y pío, que transmite una fe sencilla y cercana al pueblo, que consuela en vez de amenazar y reconforta en vez de mortificar.

La Iglesia Católica se muestra como un ente plenipotenciario y omnipresente, que controla a la clase burguesa y con ella al grueso de la sociedad. Se ejemplifica a la perfección en el dominio que el Padre Amaro ejerce sobre Amélia, y el daño que causa al pobre João Eduardo, el prometido de la misma.

Consigue así transmitirnos una sensación de injusticia, de desigualdad, de que algo no funciona bien, y de que los personajes no se comportan como se espera de ellos. El modo de actual del Padre Amaro nos rechina, nos choca. Todo lo cual enfatiza la postura crítica y regeneracionista de Eça de Queiroz.

La verdad es que el mérito de "El crimen del Padre Amaro" es poner por escrito y denunciar una situación muy común y cotidiana en la época y aún en el Siglo XX: Las relaciones sexuales de los sacerdotes con mujeres (la criada o la sobrina del cura eran una figura típica en el mundo rural), que muchas veces producían descendencia (la más grande poetisa gallega, Rosalía de Castro, era hija natural de un cura y una hidalga) que debía ser ocultada. Una situación absurda en la que la gran perjudicada era la mujer, que quedaba estigmatizada de por vida [y que se podía evitar eliminando el celibato, pero KindleGarten es un blog de literatura, y para lo demás doctores tiene la Iglesia, valga la rebuznancia].

Resaltar también que el carácter costumbrista en innegable y a mi juicio de gran valor, pues hace un retrato muy completo de la sociedad portuguesa de la época, en particular de la rural, de su vida cotidiana, de sus usos y costumbres, con especial hincapié en la religiosidad exacerbada y mal entendida (de nuevo insisto que Eça de Queiroz no tira contra la religión, sino contra el clero).

Por último, una apreciación personal, pienso que la traducción es muy acertada, pues respeta la prosodia portuguesa, expresiones y modismos propios de esa lengua, así como la acentuación en los nombres propios (Amélia, Maria), los diminutivos (Ameliazinha, Zé), las unidades monetarias (tostones, contos...). En verdad me han dado ganas de leerla en portugués porque debe ser todavía más deliciosa.

¿Hemos subrayado algún párrafo?: Uf, un montón. Pero este me parece muy ilustrativo del tono de la novela:

"- Amigo mío, tú puedes tener socialmente todas las virtudes; pero, según la religión de nuestros padres, todas las virtudes que no son católicas son inútiles y perniciosas. Ser trabajador, casto, honrado, justo, veraz, son grandes virtudes; pero para los curas y la Iglesia no cuentan. Si tú eres un modelo de bondad, pero no vas a misa, no ayunas, no te confiesas, no te descubres ante el señor cura... eres simplemente un sinvergüenza. Otros personajes más importantes que tú, cuya alma fue perfecta y cuya regla de vida fue impecable, han sido considerados auténticos canallas porque no habían sido bautizados antes de ser perfectos.[...]"

Y este, sobre los pensamientos del Padre Amaro:

"Desearía ser un sacerdote de la antigua Iglesia, gozar de las ventajas que da la denuncia y de los terrores que inspira el verdugo, y allí, en aquel pueblo sometido a la jurisdicción de su catedral, hacer temblar ante la idea de castigos y torturas a aquellos que aspirasen a hacer realidad felicidades que a él le estaban prohibidas; y pensando en João Eduardo y en Amélia ¡lamentaba no poder encender las hogueras de la Inquisición![...]"

¿Más datos de interés?: Estamos ante uno de esos casos en los que la adaptación cinematográfica eclipsa en popularidad y en difusión al libro que la inspira. La película mexicana dirigida por Carlos Carrera y protagonizada por Gael García Bernal como el Padre Amaro y Angélica Arazón como Amelia, rompió taquillas en México y Estados Unidos, se exhibió en numerosos países, tuvo una enorme recaudación, fue candidata al Globo de Oro y al Óscar a la mejor película de habla no inglesa en el año 2002, ganó innumerables premios y es uno de los filmes más taquilleros del cine mexicano. Esta adaptación traslada la acción a México y hace algunas modificaciones en la historia. [Ficha IMDB]

Bueno, esta reseña prometía ser larguísima y mucho más completa, y tengo un montón de notas sobre el libro (bendito Kindle, que permite subrayar sin miedo), pero he conseguido superar una vez más el síndrome del examen y no destripároslo entero. Prefiero que si os animáis con él os tome tan desprevenido como a mí para disfrutar como se merece de una historia muy romántica pero aviso, también dura y por momentos muy cruel. Un clasicazo y un punto de partida perfecto para acercarse a la literatura de un país que es mucho más que bacalhau, galos de Barcelos, toallas baratas y CR7. Assim, até a seguinte recensão. Obrigadíssimo a todos. Lémonos!


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