Después de haberme enterado de la concesión por parte de la Asociación de Vecinos del Barrio del Cristo del premio a la tristeza a nuestro grupo político municipal ex-aequo junto al resto de grupos quisiera hacer unas cuantas reflexiones sobre el tema. No sin antes advertir que el próximo domingo a las 13 horas acudiré como portavoz del grupo de IU a recoger este premio, a mi juicio inmerecido.
Considero que solo desde el desconocimiento sociopolítico se puede conceder el premio a nuestro grupo y voy a intentar explicar de una manera pedagógica porque considero esto:
- Considerar que quienes nos dedicamos a la política podemos solucionar las cosas sin una implicación y participación de la ciudadanía probablemente forme parte del problema de una concepción política de la ciudadanía, que también está presente en las Asociaciones de Vecinos de nuestra ciudad. Los problemas de la política son problemas también de la ciudadanía, no se puede pretender elegir a quienes nos representen y luego desconectar hasta después de cuatro años. Esa es la diferencia entre la democracia representativa y la democracia participativa, que me parece de vital importancia para que la salida de esta estafa en la que estemos sea lo menos perjudicial para la mayoría social. O conseguimos movilizarnos y organizarnos activamente como ciudadanía o no habrá salida posible de esta dinámica neoliberal de recortes en lo fundamental para pagar la deuda.(Modificación del Artículo 135 de la Constitución con el voto en contra de IU).
- Que el hartazgo generalizado de los vecinos y vecinas del barrio del Cristo sea responsabilidad conjunta de todos los grupos políticos representados en el Ayuntamiento de Palencia no deja de ser paradógico, porque los excesos cometidos vienen de las filas del partido popular y del partido socialista, que son los que gobiernan esta ciudad desde hace algunos lustros. Distribuir la responsabilidad entre todos en la misma medida es desconocer el funcionamiento democrático de las instituciones. Nuestro grupo no tiene capacidad de decisión en el Ayuntamiento, de hecho, muchas de ellas van en contra del programa electoral de Izquierda Unida. Pero no por ello han dejado de hacerse, a nuestro pesar.
- Meter a todos los políticos en el mismo saco está demasiado en boga últimamente probablemente incentivado por quienes se benefician en metera al tesorero del PP y al de IU en el mismo saco. La Querella contra Bárcenas fue impulsada por Izquierda Unida entre otras organizaciones, ¿es justo meter en el mismo saco a quienes persiguen la corrupción que a quienes están siendo investigados como supuestos corruptos? Obviamente no, pero el más beneficiado acaba siendo aquel que se ha comportado de una forma indebida, porque se escuda en que todos somos iguales para justificarse.
- Mi concepción de la política está íntimamente ligada a la ética, al bien común y al compromiso. Fue lo que aprendí en la militancia de la JEC, junto al resto de movimientos sociales y también en la organización política en la que milito. También aprendí que el compromiso tiene que ser algo temporal y que hay que renovarse para que entren nuevas formas y personas que, a su vez, puedan contar con quienes dejan de tener un mayor grado de compromiso en la organización. ¿Se da esto en todas las organizaciones políticas por igual? ¿Y en las organizaciones vecinales?
- Un ciudadano sociopolíticamente formado tiene que buscar cauces políticos para solucionar problemas y reivindicar sus derechos, desde todos los ámbitos democráticos posibles, también desde quienes nos representan institucionalmente. Pero no hay que olvidar que es la protesta legítima y pacífica, tan democrática como las elecciones, la que puede hacer cambiar las intenciones políticas a quienes abusan de la mayoría absoluta.
- Nadie tiene que creer aquello que los políticos digan, ni en los políticos, tenemos que creer a las personas por lo que hacen y tiene que haber una constatación ciudadana en comprobar, leer, contrastar, formarse, dialogar, debatir, escuchar, … Porque sino estamos hablando de ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda, que dependen de los primeros. Y ese no es un buen modelo democrático.
Por último apelar a la ciudadanía a que se vincule a los movimientos políticos, también el movimiento vecinal que fue una auténtica resistencia en la consecución de derechos ciudadanos durante su efervescencia y ha ido perdiendo fuerza a lo largo de los años. Hagamos también autocrítica como movimiento vecinal y veamos cuáles son las carencias que permiten que los políticos del partido popular que nos gobiernan en todas las instituciones, puedan desarrollar en nuestra ciudad una política tan nefasta sin que haya una mayor cantidad de movilizaciones y un mayor número de palentinos y palentinas en las mismas.
Izquierda Unida seguirá trabajando en el Ayuntamiento y el resto de instituciones para que, desde nuestra concepción del mundo y con las dificultades que tiene estar en una organización minoritaria, podamos convertir nuestra tierra en un sitio más justo y humano donde las personas, sobre todo las más empobracidas, sean lo primero.