El alpinismo y todos los deportes de montaña sufren (o se benefician) de ser una actividad minoritaria, que no atrae la atención de los mass-media. A pesar de que Catalunya tenemos miles de federados y miles de practicantes de las actividades de alta montaña, es un deporte del que se practica más y se ve menos. Con contadas excepciones como el programa “Al filo” o “Temps d’aventura”, en general los mass-media dejan un poco de lado este deporte, del que somos potencia internacional. La aproximación que se suele hacer es épico-espectaculo, con programas (algunos que me parecen muy interesantes) como Desafío Extremo, Último superviviente o el goteo de noticias de himalayistas españoles que la palman o tienen que ser rescatados. Aportan una visión un poco desviada de lo que es esta actividad.
Es cierto que “gravar una ascensión” es poco espectacular, los tramos técnicos en el alpinismo son algunos, la mayor parte es gente cargando mochilas, saltando de roca en roca, clavando pinchos en la nieve o en el hielo, y la verdad tampoco es que ver en la tele toda una serie de largos de escalada sea algo muy atractivo. Lo mismo ocurre con otras disciplinas como las ultra-trails. Los equipos de gravación no pueden seguir la carrera, esta no se realiza en una pista o en una ciudad donde las cámaras pueden desplegarse como en el caso del atletismo y como mucho vemos tipos desencajados y sudorosos llegar a puntos de control. Sin la épica de un sprint final o de una persecución gravada durante largos minutos como ocurre en una maratón urbana.
Por ello y porqué en los deportes de montaña no se le da patadas a una pelota, es una actividad que siempre será minoritaria y relativamente poco interesante para los mass-media.
En Catalunya tenemos un tipo que es más que Guardiola en su disciplina, más que Gasol o más que Rafa Nadal. Un tipo que es el rey del esquí de montaña y de las carreras de montaña. Una persona que es la esencia de la élite mundial de su disciplina. Esta es Kilian Jornet.
Como dicen los impulsores del documental “Kilian Jornet, el contador de lagos“:
“Kilian Jornet merece una ovación tras otra (…) En otro país tendría el premio Príncipe de Asturias del deporte y el reconocimiento global, presentaría un Oscar y le habrían hecho una película.”
Y es verdad que en este país no sabemos que tipo de deportista de élite tenemos, ni que tipo de alpinistas de altísimo nivel tenemos. Por eso hacer un documental de la vida de Kilian Jornet, con gravaciones en el exterior en alta montaña, con un operativo de cámaras y realización profesional es algo que no consigue la financiación seria de ningún mass-media. Es algo para los medios convencionales “que interesa a muy poquitos”.
Bien, hace 5 años este proyecto no podría realizarse, hoy “esos poquitos”, miles de ciudadanos realmente, podemos arrimar un poquito el hombro y conseguir financiar un proyecto como este. De ahí que los impulsores de este documental, Doble Banda y el mismo Kilian Jornet hayan apostado por el Crowdfounding o la suma de aportaciones individuales de unos cuantos para tirar adelante el proyecto.
Ya sabes, si quieres colaborar, con 5, 10 o los pocos € que desees lo puedes hacer aquí.
Pero la gracia no está en este artículo en que sepas que existe este proyecto sino que la hegemonía de la creación de contenidos no está limitándose ya a las grandes productoras con un medio de comunicación de masas detrás, sino que también, incluso para producciones más elaboradas, “los ciudadanos” y las productoras pequeñas pueden tirar adelante proyectos cuando hay un interés y un valor social detrás.
Y los alpinistas bien sabemos, que aunque conquistamos lo inútil, hay una serie de valores sociales detrás de nuestra actividad que ni de lejos lo tendrá el fútbol, el tenis o el automovilismo.
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