Aplicando estas nociones generales a cada uno de los términos del triple ternario, se llega a interpretaciones como las siguientes:
1.- El principio que piensa, centro de emisión del pensamiento.
2.- El pensamiento acto, la acción de pensar.
3.- La idea, el pensamiento formulado o emitido.
4.- El principio volitivo, centro de emisión de la voluntad.
5.- La energía volitiva, la acción de querer.
6.- La volición, e1 vota, el deseo.
7.-El principio operante, que dispone del poder ejecutivo, que dirige y realiza.
8.- La actividad que opera.
9.-El acto ejecutado y su repercusión permanente. La experiencia del pasado, simiente del porvenir.
Las palabras no se prestan para explicar todo lo que sugiere a los Iniciados el agrupamiento de cifras. Estamos en el dominio de los secretos incomunicables: es preciso descubrir por sí mismo lo que no podría inculcarse o hacerse el objeto de una lección que se dirige a la memoria.
Se trata en suma de ejercitarse en la clasificación metódica de nuestras concepciones, evitando confundir los dominios o las categorías. Es, en buena parte, lo que se llama trabajar sobre la plancha de trazar (en los planos).
Lo importante es, por otra parte, asir la lección que se desprende de los hechos. Pero éstos se encadenan en su cumplimiento con la idea de la cual proceden.
Todo progreso extrae su origen de un sueño o de una utopía que ha tomado consistencia poco a poco en los espíritus. La idea se hace imperiosa entonces (Arcano III del Tarot, La Emperatriz) 31 y se hace generadora de voluntad (Arcano IV, Emperador del Tarot 32 . Encontrando la aprobación general, el consenso moral (El Papa), la aspiración se esparce y gana en tensión (VI del Enamorado). En lo sucesivo la ejecución se impone y VII (El Carro) se pone en movimiento con VIII (Justicia) para terminar en IX (El Ermitaño), el Sabio, el Filósofo experimentado, el Maestro.
Nada serio, durable, se improvisa. Es preciso laborar, sembrar, dejar germinar y crecer la siembra, antes de poder, muy tardíamente, guardar una cosecha madura y en punto. Perseguir una realización inmediata es un error. Precipitarse sobre el atractivo del momento equivale, muy a menudo a soltar la presa, por la sombra. ¡Aviso a los políticos pretendidos realistas!.
El Masón debe estar resignado a no aprovechar él mismo de su trabajo iniciático. Si deja sobre su plano un trazado juicioso, la ejecución de éste se producirá en el tiempo requerido.
El Maestro de la Logia se informa de la hora para abrir y cerrar los trabajos; esta es una lección cuyo alcance importa comprender.