El Centro Acuático Nacional de Pekín, conocido como el Cubo de Agua, fue una de las obras estelares para la Olimpiada del 2008.
Desde el punto de vista matemático tiene un gran interés: el diseño de su exterior está basado en las burbujas óptimas de llenado del espacio de Weaire-Phelan.
Dos físicos del Trinity College de Dublín, Denis Weaire y su estudiante Robert Phelan, encontraron en 1993 un contraejemplo a la Conjetura de Kelvin: un piritoedro (dodecaedro de simetría tetraédrica) y un tetracaidecaedro (doce pentágonos y dos hexágonos, con simetría de antiprisma) ahorraban superficie para el mismo volumen y mejoraban al octaedro truncado.
Las Estructuras Weaire-Phelan no han pasado desapercibidas tanto para la naturaleza como para los artistas, que han sucumbido a su encanto. Precisamente los clatratos (hidratos de metano a baja temperatura), una de las mayores fuentes posibles de hidrocarburos, están formados por estas estructuras.
Tomás Saraceno, un artista utópico, ha expuesto Cloud City, en la terraza del Metropolitan Museum de Nueva York, una propuesta residencial basada en estos sólidos de Weaire-Phelan.
El Cubo de Agua de Pekín se adelantó a Saraceno: 100.000 metros cuadrados de espuma del polímero Etileno-TetraFluoroEtileno recubren el exterior de la piscina olímpica de Pekín copiando las secciones de los poliedros Weaire-Phelan.