Tenemos como bloguero invitado a Patricio Villarejo, cellista, arreglador de centenares de obras y director de los ensayos correspondientes – un músico integral, a quien conozco desde su juventud, cuando con el grupo Convergencia tocaba en un boliche de Parque Patricios, en la ciudad de Buenos Aires. Se los dejo (JMS):
¡Hola a todos! Hoy quiero compartir con ustedes el fascinante viaje que emprendimos para crear «El Cuchi Sinfónico«, el proyecto que tuvimos el placer de presentar junto con Lorena Astudillo, cantante destacada de Argentina, en Salta a principios de este mes [junio de 2025]. Fue una experiencia increíble que nos permitió explorar nuevas dimensiones de la música de nuestro querido Cuchi Leguizamón, llevándola a un formato orquestal sin perder un ápice de su esencia.
Mahler como Brújula Sonora: Ilustrando el Paisaje Poético:
Mi inspiración para este desafío provino de un gigante de la música clásica: Gustav Mahler. Este compositor austríaco tenía una habilidad asombrosa para tejer los elementos de las letras en el tapiz sonoro de sus sinfonías. Mahler no solo musicalizaba las palabras; las pintaba con sonidos, creando verdaderos paisajes auditivos. Si una poesía hablaba de naturaleza, él la hacía florecer con la orquesta; si mencionaba animales, sus instrumentos imitaban sus movimientos y sonidos.
Con esta idea en mente, me sumergí en la obra del Cuchi. Sabía que sus letras, escritas no sólo por el sino por grandes poetas salteños como Manuel Castilla, Jaime Dávalos, y Raúl Aráoz Anzoátegui entre otros, y tan ricas en imágenes y sensaciones de la vida rural salteña, eran el lienzo perfecto para aplicar esta técnica. Mi objetivo era que la orquesta no solo acompañara la melodía, sino que se convirtiera en una extensión de la narrativa poética, evocando los escenarios y los personajes que el Cuchi con su musicalización tan magistralmente describía.

Del Verso a la Partitura: Los Sonidos de Salta en la Orquesta
¿Cómo se traduce la inmensidad de los paisajes salteños y la idiosincrasia de su gente a un conjunto sinfónico? Aquí les cuento algunos de los desafíos y las soluciones que encontramos:
Caballos en el Barro: Para evocar esa imagen tan vívida de los equinos forcejeando, recurrimos a la sección de cellos y contrabajos, a veces violas, y la percusión. El uso estratégico de tambores, con golpes amortiguados y arrastres, combinado con cuerdas bajas que imitaban el esfuerzo pesado y rítmico, nos permitía casi «ver» a esos caballos avanzar con dificultad.
La Pava que Silba para el Mate: Este detalle tan argentino fue un deleite de orquestar. Un violín o un clarinete en su registro más agudo, con una nota sostenida que poco a poco iba creciendo en intensidad en trino y luego se desvanecía, lograba ese silbido característico y tan hogareño de la pava hirviendo. Un toque de pizzicato en las cuerdas evocaba el burbujeo del agua.
Silbidos en el Monte: La presencia del viento es constante en la música del Cuchi. Para recrear esos silbidos misteriosos y a veces solitarios del monte, utilizamos la sección de vientos madera, especialmente flautas y oboes, con técnicas como el flutter tongue o vibratos controlados para simular la cualidad humana y a la vez salvaje de esos sonidos. También armónicos de los violines sirvieron a tal efecto.
Cabras, Ovejas y Vacas: Aquí la imitación onomatopéyica jugó un papel crucial. Para las cabras, arcos cortos y pellizcos en las cuerdas con notas agudas y repentinas. Las ovejas, con sus balidos más suaves, se lograban con clarinetes y fagotes en pasajes legatos. Y para las vacas, los cornos franceses y los trombones, con su sonido grave y resonante, eran ideales para su mugido característico.
El Paisaje Rural: Más allá de los elementos específicos, la atmósfera general del paisaje rural se construyó con la orquesta completa. Largos pasajes de cuerdas evocando la inmensidad de los valles, bronces que resonaban como el eco en las montañas, y una percusión que marcaba el pulso tranquilo y a la vez vibrante de la vida de campo. Los acordes disonantes ocasionales o la utilización de modos folclóricos antiguos provenientes de la música renacentista europea, que tanto influye a nuestro folklore, aportaban ese toque autóctono y nostálgico.
El Toque Cómico: Cuando la Orquesta también Sonríe
Pero la obra del Cuchi no solo evoca paisajes y animales; está también plagada de un humor sutil, de sátira y de parodia. Y créanme, la orquesta sinfónica es una herramienta maravillosa para reflejar estos matices. Los momentos humorísticos fueron un verdadero recreo para la instrumentación.

Utilizamos golpes secos y sorpresivos en la percusión para acentuar un chiste musical o una inflexión irónica en la letra. Los rasguidos inesperados en las cuerdas o los golpes en la caja, a veces fuera de tiempo, servían para crear ese efecto de sorpresa o de caricatura. La sección de bronces, con sus sonidos potentes y a veces estridentes, fue ideal para resaltar la grandilocuencia o la burla, con glissandos exagerados o notas staccato que parecían reírse junto con el público. La percusión en general se convirtió en nuestro «cómplice» para los gags musicales, con sonidos poco convencionales o ritmos dislocados que reforzaban el tono jocoso. Las maderas enloquecidas se convirtieron en máquinas de escribir antiguas, de cuando el Cuchi ingresaba expedientes en los tribunales (era abogado y ejercía su profesión). Era como si cada instrumento se sumara a la picardía del Cuchi, con guiños musicales que arrancaban sonrisas. Esto en especial donde el mismo Cuchi escribió letras que satirizaban a la sociedad del momento, la iglesia, la burocracia, los tribunales.
Cada arreglo fue un acto de profunda inmersión en la lírica del Cuchi. No se trató solo de transcribir notas, sino de capturar el alma de sus palabras y transformarla en un diálogo sonoro con la orquesta. Fue un verdadero desafío, pero la recompensa de ver cómo el público salteño se conectaba con esta nueva lectura de su Cuchi fue simplemente impagable.
Espero que esta pequeña inmersión en el proceso creativo les haya resultado interesante.
Patricio Villarejo, junio de 2025
Por cierto, el proyecto del Cuchi sinfónico tiene una presencia en Facebook: https://www.facebook.com/profile.php?id=61577134485581
