El cuento de la criada

¿Por qué está siendo un éxito esta segunda temporada?

Está claro que la primera temporada nos dejó (y algunos que se han subido al carro un poco más tarde, les deja) con las expectativas muy altas. Toda esa cúpula imaginaria que cubre la república de Gilead nos invadió, y aunque muchas veces las segundas temporadas decaen a velocidades extraordinarias, lo cierto es que esta segunda entrega está, si es posible, aumentando aún más su éxito.

El tratar temas tabú o extremistas como la violación, la violencia, los rituales propios de Gilead ya lo habíamos visto en la primera temporada. ¿Qué nos aporta entonces, la segunda? Está claro que el embarazo de June es uno de los hilos principales de toda la temporada, y con ello, el parto que presenciamos en el 2×11. La esencia y la claridad de mostrar tal cual el parto, la maravilla de traer la vida dentro de un mundo tan oscuro y sin esperanza alguna. ‘El cuento de la criada’ juega mucho con la desesperanza y el horror juntamente con momentos cálidos y de amor.

June es capaz de mostrar una fuerza inexplicable, y a la vez, hacernos ver cómo se destroza por dentro. Es un personaje muy humano, que conecta fácilmente con el espectador y nos hace cómplices todo su viaje. Sin embargo, todo se entrelaza mejor con personajes secundarios con maravillosas interpretaciones que acaban siendo tan esenciales y especiales como el rol principal.

Aún sin saber cómo terminará y a falta del último episodio, no nos puede sorprender un final (otra vez) abierto, con el que podría abrirse diversas opciones; quizás la salida de June y la llegada a Canadá, la muerte de Nick o un giro 360º de Serena. Todo puede pasar en este show tal y como nos ha ido demostrando en los capítulos dónde nos mostraba violaciones, amputaciones, abandono y hasta rebeliones por parte de las criadas. Todo está en manos de los creadores, puesto que ahora ya no siguen el hilo argumental del libro, ahora barajan todas las cartas que quieran.