Hace ya bastante tiempo que está claro que las apps son el "mercado emergente" en sanidad y es por ello que se encuentra sometido a una contínua presión desde múltiples flancos con sus intereses.
En nuestro entorno muchos son los emprendedores que están diseñando apps e incluso existe ya algún desarrollo de una aplicación que ayuda a "prescribir" apps (para todo esto os recomiendo seguir a @TGPSite y su blog siempre en la nube) pero las instituciones y las asociaciones en general y salvo alguna honrosa excepción parece que se suman a una especie de "pirateo" moral vendiendo el aire que otros trabajan.
Creo que a nivel de la administración existe un peligroso atraso a la hora de establecer unos mínimos de seguridad para que las apps sean utilizadas como "herramientas" de nuestro SNS... pongamos por caso el control de glucemia o de TA... si un paciente al que en su Zona básica de salud su equipo le ha recomendado seguir sus controles con tal o cual app luego se va a residir a otra Autonomía... o simplemente a otra Zona... sus datos se "pierden" para el sistema? Su identificación y la estructura de los datos es estandarizable (es más estoy seguro que dicho estandar ya existe) Esos criterios son los que deben conocer los desarrolladores ahora para que las apps del futuro funcionen No etiquetas de lobbies que abren y cierran puertas.