Revista Opinión

EL CUENTO DEL DALAI LAMA. Hoy, hace 20 años. 30 de enero de 2002

Publicado el 30 enero 2022 por Cronicasbarbaras

El hombre que vivió en una lamasería quiere decir la verdad sobre el Dalai Lama, jefe de la secta budista del Lamaísmo, a quien acaban de atender en La India de un posible cáncer de estómago:

Parecen santos y víctimas, pero los lamas del Tíbet son parásitos torturadores. Tenzin Gyatso, el Dalai Lama XIV, es premio Nobel de la Paz de 1989 por huir de los comunistas chinos en 1955 y dejarse mimar por el Vaticano y Hollywood.

Escuche: Los Dalai Lama eran terribles papas explotadores, como talibanes de un pueblo cuyo gesto de sumisión es, todavía, bajar la cabeza y mostrar la lengua para lamer al superior. Los poblados estaban bajo la autoridad de los monasterios, que mezclan budismo con antiguas supersticiones mágicas y crueles.

Las familias pobres tenían que entregar a uno de sus miembros como criados a los monasterios donde mandaban los lamas ricos, y pagaban tributos al rosario de lamaserías superiores hasta llegar al gran palacio de Potala, en Lhasa. Este cronista lo vio y lo vivió allí durante un largo viaje.

Al contrario de lo que se cree, los lamas eran sanguinarios, y las lamaserías guerreaban entre sí por el derecho de exprimir aldeas. Si se ven sus salas para torturar rebeldes, se entiende. 

Tenzin Gyatso es un Dalai Lama recibido en Occidente por las autoridades religiosas, culturales y políticas como a un representante de la bondad y la sabiduría; se acoge a un Hitler medieval como a un Dios porque perdió una guerra.


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