El escenario donde ahora se recrean nuestros protagonistas ha cambiado.
La tierra ha dejado de ser un medio de vida, lo es en muy escasa medida para la gente que por distintos cauces pone una parada temporal a la roja pendiente, al abismo que el futuro les tiende.
Emergen suavemente los recuerdos a la sombra del Peñalabra, atrás Peña Tremaya, leyenda embravecida, piel de la historia que se levanta sobre las pocas casas habitadas de este valle perniano.
El duende de la sierra se arrastra por el río. El autor no es consciente de la importancia que para nosotros tienen hoy estas fotos, donde se nos van mostrando lugares que vuelven a engancharnos:
Esta noche por mi gusto
no he de dormir en la cama,
que he de dormir al sereno,
al uso de la montaña.
Las imágenes datan de la primera y segunda década del siglo XX, del periodo 1905-1918, y a través de ellas podemos recrear la dureza del invierno, las tradiciones, las vestimentas, los antiguos edificios… Se trata de imágenes estereoscópicas, realizadas con una cámara de dos objetivos. Froilán de Lózar, Primeras imágenes de Pernía, Editorial Aruz, Julio de 2010.