Revista Opinión

El cuidado de un ser querido

Publicado el 15 noviembre 2019 por Carlosgu82

CAP. 2 EL CUIDADO DE UN SER QUERIDO

El cuidado de un ser querido aunque a distancia hace que la vida que tienes gire en torno a esa persona. No tienes tiempo para uso propio ni para relacionarse con nadie más.

Por un lado estaba la familia, mi padre y madre, enferma por cierto, yo me encontraba bien en ese círculo familiar porqué nunca he sido de salir o hacer cosas sin ellos y por otro lado tampoco quería hacer otra cosa. La dura realidad es que aunque quieras no puedes cambiar las circunstancias. Tampoco quiero decir NUNCA, que nunca quieras hacer otra cosa, si no más bien, cuando te apetece en otros momentos pequeños que sí necesitas hablar e intercambiar conversación con otros que no sean de la familia inmediata.

Van pasando los meses, años y trabajos, cambia todo, el mundo que te rodea, pero la persona que necesita los cuidados sigue estando allí, aunque los demás ya no estén por haberles sobrellevado la muerte. Que son los que te ayudaban a ir trampeando la vida de la poca privacidad que tenías. Ahora con menos movilidad que antes, la persona enferma se va haciendo más indefensa, más vulnerable, necesitando más cuidados que antes, y tú sin poder cambiar nada del entorno que te rodea.

Además, los años para uno mismo también van pasando. Te surgen pequeñas dolencias, enfermedades que no tienen mucha trascendencia, pero que merman tus virtudes, poder corporal y mental.

Quieres cambiar algo, no sabes qué es, pero buscas y buscas, quieres encontrar algo en tu mente, tu interior que te haga decir, hasta aquí hemos llegado y esto es lo que voy a hacer. Pero luego vuelves a la realidad. Sigue estando ahí la persona que te necesitaba, que te necesita, podríamos decir, que te priva de hacer algo que por ti misma podrías, o no, pero lo quieres intentar, pero no puedes por tener que pensar cada día en aquella persona que en realidad está al cargo tuyo, que no es como un bebé, fácil de mover y llevar a cualquier parte, si no que simplemente la movilidad conlleva algo que te es imposible por peso y circunstancias de no saber donde se vivirá, quien la cuidará mientras estás llevando a cabo ese proyecto o trabajo que te permita aquella libertad que tanto deseas y buscas.

Cada vez que tenía una idea nueva para romper la rutina diaria y llevar a cabo el proyecto de encontrar un trabajo, cada vez me topaba con la dura realidad que me rodeaba, el impedimento de qué hacer con mi madre.

Después de mucho tiempo decidí que buscaría un trabajo que me permitiera llevármela conmigo y tenerla a mi lado aun en el trabajo. Así que, me decidí y estuve mirando lugares donde pudiese trabajar y cuidar. Ya sé que es muy difícil, pero mi idea era trabajar por mi cuenta, tener a alguien que me ayudara a cuidarla mientras yo estuviera haciendo ese trabajo, pero a la vez, enterarme de todo lo que pasaba y estar pendiente de sus necesidades y decidir qué hacer en cada momento.

Desde el tiempo en qué pensé que esta idea sería la ideal, hasta que lo pude poner en práctica pasaron 5 años. Cada trabajo posible, después de ir y verlo y pensar los pros y los contras tenía que descartarlo. Mientras tanto, mi madre se hacía mayor, con menos movilidad y más problemas médicos.

Era decidir entre, o consigo algo para mí, para después de cuando ella ya no esté, o sigo con el cuidado de ella en el mismo lugar y espero el desenlace fatal. Pero eso, tenía muchos más problemas que no se veían o se ven, a simple vista era la mejor opción. Una opción más sabia, sencilla, no complicada y a vista de las personas de fuera de mi podrían pensar que era la adecuada, incluso familiares, (aunque pocos en esta familia en concreto), pues nadie ve más allá de lo que se le explica o le da importancia, tampoco ve los pequeños problemas que van apareciendo o podrán aparecer si uno no se mueva del lugar, porqué como se dice, “si a uno lo le escuece, no se resiente”, y no se da importancia a lo que vendrá después.

Esta parte descrita aquí equivale a una vida de tantos como 19 años, que no son pocos y aunque está muy, muy resumido no deja de que tiene mucha importancia, para mi, claro. No sé si para el lector que quiera echarle una hojeada a este escrito entenderá todo lo que quiero transmitir, ni tampoco que le dé la importancia que tiene, (sabiendo, pensando, entendiendo que en cada casa hay historias que se podrían contar y que serían igual o más penosas que las que estoy escribiendo en estas líneas para desahogarme un poco la frustración que tengo y la opresión corporal y mental, pensando que me podían haber salido de otra manera las cosas y me han salido o sucedido así, quizás porqué yo misma lo he provocado o movido así.


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