X Certamen de Microrelats Fantàstics i de Terror de Sants
Me resisto a morir aunque toda mi familia esté muerta, yo debo vivir. Llevo tres meses encerrado en casa y soy feliz así. Mi mujer y mi hijo están conmigo. Les protejo y les alimento. Son mi vida. Voy al sótano. Hoy su menú consistirá en muslos de turista alemana... Pobre, le pilló la pandemi de vacaciones en Barcelona. E nota que era deportista porque me costó desmembrarla, y eso que he sido uno de los mejores carniceros del mercado. No es que Mercè y Nil sean muy exquisitos con la comida, pero esta carne es más dura que la de la señora Ming, del chino de la esquina. Cuando la cacé, cogí también varias salsas de su restaurante. Yo me servirá unos filetitos de esta teutona vuelta y vuelta acompañada de salsa de soja. Ellos lo prefieren todo crudo y sin condimentar. Bajo las escaleras. Se alegran de verme. Están encadenados porque si no, la lían un poco. E he resbalado por llevar chanclas. El tobillo está en un ángulo imposible y no puedo moverme. Mercè i Nil pasan de la comida de la bandeja y se abalanzan sobre mí.¡No quiero morir! ¿Quién les cuidará?