No es casualidad que Larry Bird haya sido uno de los jugadores que más desarrollaron el arte del trash talking en la historia de la NBA. Realmente, es difícil definir la personalidad de la leyenda de los Boston Celtics por lo poco que conocemos los aficionados de su vida deportiva y extradeportiva, pero esas pequeñas historias que conocemos de él, nos hacen llegar a la fácil conclusión de que tenía claramente pocos complejos tanto dentro como fuera de las canchas.
Esa personalidad, en ocasiones, burlona y desafiante, le llevó a retar, provocar y desafiar verbalmente a todo el que se le cruzara en una cancha de baloncesto, siendo el resultado de esas chanzas y bravatas, normalmente un éxito para Larry Bird, que fue capaz de entrar en las mentes de muchos de sus rivales deportivos.
También fuera de las canchas, son conocidas algunas de sus actuaciones que le definen como un tipo bastante peculiar, pero una de ellas directamente le costó la reprobación de su entrenador, Chris Ford, el hombre que anotó el primer triple de la historia de la NBA.
La anécdota tuvo lugar en la recta final de su carrera en la NBA, a principios de los 90's, cuando el extraordinario alero formado en Indiana State University, empezó a hacer todavía más evidente su molestia con el hecho de firmar autógrafos.
Bird siempre había aborrecido firmar autógrafos ya que entendía que, en el fondo, muchos de los cazadores de firmas eran personas interesadas en comerciar con su rúbrica. También pensaba que, en otras ocasiones, los aficionados, sobre todo rivales, no valoraban su firma porque tras firmarles le retaban diciendo que su equipo les iba a ganar, a lo cual, siempre respondía Bird increpándoles preguntándoles que cuantos puntos iban a anotar ellos esa noche.
Debido a este hartazgo con los autógrafos, nació "Pete Rose", el curioso alter ego de Larry Bird que empezó a utilizar en sus firmas a los aficionados.
Ese otro yo elegido por Bird, no era un personaje inventado por el de los Celtics, sino que existía en el mundo real y era el nombre de su jugador favorito de Baseball, una auténtica estrella de ese deporte.
Larry Bird tomó por sistema firmar como "Pete Rose" cada vez que le pedía un autógrafo alguien que no le gustaba y el nivel de utilización de ese otro nombre fue tal que, su propio entrenador, Chris Ford tuvo que pedirle que dejara de hacerlo, ya que estaba firmando incluso fotos del equipo con el nombre de Pete Rose.
A pesar de estas cuestiones incidentales, Larry Bird ha pasado a la historia como uno de los jugadores mejor valorados y recordados de la historia de la NBA, porque en el fondo, los genios siempre tienen un punto de excentricidad.
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