La Navidad es algo más que gorritos de Papá Noel, comer polvorones y compras compulsivas, y tiene un origen más antiguo y curioso.
Más allá de ser o no religiosos, echar de menos a las personas que ya no están, posibles tensiones en las comilonas familiares, y volver a casa por Navidad como el turrón, estas fechas tienen un significado más sencillo, vital y ancestral.
El 21 de diciembre será el Solsticio de Invierno, un momento importante para Mamá Natura. Es el día más corto de la año, y la noche más larga. El Sol está más alejado, y durante algunos días su altura en el cielo no cambiará (lo que se conoce como solsticio o "sol-quieto"). Marca el final del otoño y el comienzo del invierno en el hemisferio norte.
A partir de ese momento los días comienzan a ser más largos y las noches más cortas. ("Quietas parás" que aún nos queda bastante para los green smoothies piscineros).
Pero hay mucho más...
Antiguas Tradiciones:
La Navidad, que conocemos hoy en día, nos recuerda al nacimiento de Jesús y a los milagros de San Nicolás (al que más tarde se le llamó Papá Noel). No os voy a contar lo que ya sabéis, pero sí que voy a contaros lo que tal vez no sepáis ;)
Las tradiciones más antiguas estaban relacionaras con el rito del sol y de las estrellas, del que ya os conté algo cuando os hablé del Solsticio de Verano. (Me encantan las tradiciones de culturas antiguas, se nota???)
En la cultura celta, por ejemplo, se cantaba y bailaba como una gran familia para celebrar el triunfo de la luz sobre la oscuridad y se quemaba un tronco en honor del dios. Se recogía muérdago y se celebraba culto a los árboles.
Esta tradición ha llegado hasta nuestros días en forma de nuestro bonito Árbol de Navidad. Yo desde que me enteré, lo miro con otros ojos y me gusta muchísimo más!!!
En la antigua Roma por estas fechas se celebraba Saturnalia con abundantes comidas y vino durante una semana entera y se intercambiaban regalos (uis, cómo me suena eso!!!).
Para Mamá Natura:
En el equinocio de otoño, la naturaleza había agotado todas sus energías y se ponía a dormir, de hecho creo que todos hemos sentido las increíbles ganas de quedarnos en la cama cada mañana al oír el despertador, por qué será? ;).
Ahora Mamá Natura entra en la recta final para disolverse y gestar esa "nueva naturaleza" que despertará en Primavera. Se ocultará bajo capas de frío, heladas, escarcha y nieve, pero estará latente, como esa revolución interior que sólo necesita su tiempo para que un buen día "la larva se convierta en mariposa".
El solsticio de invierno también representa una nueva vibración, energías renovadoras, nuevos sueños y nuevas revelaciones. El fin de un año, un periodo, una época, hora de hacer balance, dar gracias y limpiarnos las malas energías que hemos ido acumulando.
Un regalito:
Sois supersticiosas??? Yo lo reconozco, me encanta comerme todas las uvas religiosamente (las pelo y todo) y piso con el pié derecho al oír las campanadas que dan comienzo al nuevo año y cuando veo muérdago no pierdo la ocasión ;). Pues para vosotras, un rito muy especial.
Se trata de un regalito navideño que nos vendrá de perlas no sólo para Navidad, si no también tras estas reuniones multitudinarias. Una persona muy especial me enseñó una receta casera para hacernos una limpieza energética, súper sencilla. Yo la he probado y quiero compartirla con vosotras.
Necesitamos:
- una batidora,
- vaso de batidora,
- agua (calentita si somos frioleras, como es mi caso).
- vinagre (el que quieras, yo he usado vinagre de manzana),
- sal gorda.
En el vaso de la batidora (de 1 litro más o menos) ponemos 3 vasos de agua (como siempre mejor si es filtrada, pero en este caso, si es del grifo nos vale). Echamos 2 dedos de vinagre (un vaso de vinagre más o menos, sorry por la imprecisión, pero esta receta no se saca de los libros de cocina) y un puñado de sal gorda y batiendo que es gerundio!!!
Al resultado le voy a llamar "agua de limpieza" y con ella nos vamos al baño. Nos daremos una ducha de forma habitual y el "agua de limpieza" la reservaremos para hacer el aclarado final. Una vez limpias, vertemos el "agua de limpieza" desde la base del cuello y la dejamos resbalar por el cuerpo, hasta agotarla toda (también vale mojar la cabeza).
Después nos secamos con una toalla a toquecitos. NO NOS ACLARAMOS!!! No os preocupéis que el olor a vinagre se va.
Y ale!!! Salimos del baño bien limpitas y dispuestas a cualquier cosa. Perfectas para entrar en el Invierno y en el 2015, con toda la energía del mundo para abrazar los nuevos proyectos.
Sé que es una receta muy poco "convencional", pero es tan sencilla que, qué podéis perder??? Te quedas relajada como si hubieras vuelto de correr unos cuantos kilómetros, como si te hubieras quitado un peso de encima y fueras más ligera.
En Eywanatura además lo vamos a celebrar con nuestros clientes de una forma muy especial ;) (Ojo a la bandeja de entrada!!!).
Espero que os haya gustado esta entrada curiosa sobre la Navidad y sobre esta "receta casera" tan especial!!!
Como siempre podéis comentar aquí abajo.
Conocíais las antiguas tradiciones???
Sois de las que brindáis con oro y os pensáis dos veces con qué pié entrar en el nuevo año???
Un abrazo y Feliz Solsticio de Invierno!!! Digo,... " Feliz Navidad" :P !!!