Parecía que el día 25 de Enero cuando el partido comunista griego, Syriza, ganaba las elecciones en aquel país, estos, se iban a comer el mundo. Llegaba Syriza al poder, se colocaba Tsipras de primer ministro griego y todos los males de ese país iban a acabar de golpe. Pero sobre todo se iban a terminar porque los comunistas griegos iban a regalar dinero a todo el mundo y a subvencionar a todo aquel que no tuviera nada en su país. Pero para cumplir esas promesas tan sumamente “reales” y sobre todo “fáciles” de conseguir solo necesitaban algo, necesitaban dinero; y ese era un problema, y grave, porque Grecia lleva ya unos años viviendo del rescate europeo.
Pero no pasaba nada porque el todopoderoso Tsipras lo tenía todo controlado, pensaba que colocando de ministro de economía a un tipo calvo y con pinta de macarra, con pinta de chulo de putas todos sus problemas se acabarían. Y he aquí que apareció en las vidas de todos los europeos Yanis Varoufakis, él fue el ministro elegido para intentar chulear al resto de Europa y meter el miedo en el cuerpo a los que manejan el dinero. Pero vaya, parece que no ha sido posible, parece que los nuevos miembros del gobierno comunista griego no han dado tanto miedo como ellos pensaban que iban a dar. Efectivamente, han conseguido un aplazamiento del crédito de la UE a Grecia, pero se han tenido que poner “mirando a Cuenca” como los anteriores gobiernos griegos. Esto es, la chulería ha servido de poco.
Como este acuerdo no es lo prometido por Tsipras a su pueblo, como no es lo pactado con sus electores, el comunista necesita que se hable de otra cosa para despistar. Y, ¿que mejor que como buen comunista hable de conspiraciones en su contra? Ya se sabe, sólo eres un verdadero comunista si tus meteduras de pata las ocultas con una buena conspiración del exterior, pues esto es lo que ha hecho Tsipras, buscar conspiraciones. Ha debido decidir que España y Portugal serían los países ideales para buscar esa supuesta conspiración por aquello de no tener tampoco un duro y, en el caso de España, peligrar el discurso de su íntimo el Podemita de las coletas.
Pues Tsipras, llámalo conspiración o llámalo X, pero es más sencillo que todo eso, querido yogur, lo que buscamos en España no es conspirar contra ti, aunque sería divertido; lo único que queremos en España es que nos pagues lo que nos debes y te dejes de chulerías. Es así de simple y si de paso también se fastidia el coletas, pues oye, miel sobre hojuelas.