El “debate decisivo”, sin pena ni gloria

Pues ya pasó el “Debate Decisivo” de A3Media, ¿os habéis enterado? Un debate que pronto quedará en el olvido pues aportó muy poco, al menos esa es mi opinión. Un debate en el que los intervinientes estuvieron muy encorsetados, imagino atendiendo a las indicaciones de sus asesores, y en el que se vio muy poca alegría y espontaneidad, algo que eché en falta. Un debate que no ganó nadie y que como no ganó nadie ganó Mariano Rajoy, que a toro pasado ha demostrado que hizo muy bien en declinar la invitación.
Y es que visto lo visto, este debate podría haber sido un debate a 6, habiendo incorporado a UPyD e Izquierda Unida y no habiéndose dejado llevar por las encuestas. Más aburrido de lo que fue no habría sido, de eso estoy seguro. Soraya Sáenz de Santamaría estuvo en su papel, ella no tenía que arriesgar, más cuando el Gobierno en esta última etapa ha hecho los deberes y está mejorando la economía de nuestro País. Y así lo hizo, no arriesgando, por lo que si hubiera que elegir a uno se podría decir que fue la ganadora del debate. Ella no tenía que exponerse, no tenía que atacar. Aunque a mí me habría gustado que hubiera estado más agresiva, pues tenía para haberle soltado más de una a cado uno de sus compañeros de plató. Pedro Sánchez ha sido el gran perdedor, no aportó nada, ¿recordáis alguna propuesta del líder socialista?, comentó por lo bajo y eso sí, hizo gala de su sonrisa profident y fue el que menos intervino en el debate, algo que no se podía permitir… Al final se ha quedado en medio, entre Iglesias y Rivera le han hecho un sándwich, sí, que será devorado por Susana Díaz en día 21. Veremos. Y Pablo Iglesias estuvo a lo suyo, en su mundo. Inventándose nombres de empresas, atribuyendo citas a quien no las había hecho y diciendo que un 4 de diciembre de 1977 los andaluces salieron a la calle para decidir si continuaban o no en España. Ahí queda eso. Después de estas meteduras de pata cualquier candidato a la presidencia del gobierno estaría descartado. Por cierto, me tuvo nervioso todo el debate con el bolígrafo en la manita, por no hablar de los surcos de sudor en su camisa… También he de decir que su última intervención fue la mejor; a mí ese chavista no me convence, pero fue la más preparada de las cuatro. Pero el que estaba atacado era Albert Rivera, atacado o que tenía ganas de ir al baño, ¡no dejaba de moverse! A lo mejor porque era consciente de que perdía su oportunidad. Es cierto que hizo alguna propuesta, pero concretó poco y sobreactuó demasiado. Yo esperaba mucho más del candidato de Ciudadanos. Me decepcionó. En definitiva, un debate que no creo mueva mucho voto. No obstante creo que los que pueden sacar algo de rédito son Podemos, recogiendo voto socialista decepcionado de Sánchez, y el Partido Popular porque la gente, al fin y al cabo, si tiene dudas se queda con el que está, más cuando no lo está haciendo tan mal. Y quería dejar para el final un pequeño comentario sobre los moderadores, en especial para Ana Pastor. Una mujer impertinente donde las haya, que hizo gala de su forma de ser aunque se mordiera la lengua. La verdad es que podrían haber buscado a otra profesional más adecuada.