El debate del estado de la nación es como Sálvame, la única diferencia es que en Sálvame los chorizos están en los bocatas y en el debate están en los escaños. Por lo demás el nivel es el mismo…
Cuando Rajoy habla no dice: “parado” o “acabado”, dice: “parao” o “acabao”, así que podemos estar orgullosos, mientras en Telecinco pueden presumir de tener a la princesa del pueblo, nosotros en España podemos presumir de tener el presidente DE PUEBLO.
Además escuchando a Rajoy queda claro que para él la autocrítica es como para los informáticos el clítoris: algo totalmente desconocido.
Por otro lado está Rubalcaba… yo estoy convencido de que hay que creer a Rubalcaba cuando dice que Rajoy lo está haciendo muy mal, él es todo un experto en la materia.
Después de recortar en el gobierno de ZP Rubalcaba es como las hamburguesas del Lidel: genera desconfianza, bueno, en realidad es aun peor, porque la carne de caballo te la puedes comer, pero las mentiras de Rubalcaba no hay quien se las trague.
Y lo peor de todo no es que tengamos a estos dos tipos repartiéndose el poder, lo peor es que si hubiera elecciones la gente les volvería a votar, así que no hay que extrañarse de que Rajoy trate a los españoles como gilipollas, al fin y al cabo, él sabe que si unos cuantos millones de españoles le votaron no puede estar muy equivocado tratándonos así.