Revista Salud y Bienestar
Pese a que tiene más de un cuarto de siglo de vigencia, el análisis del PSA que se emplea para tratar de detectar precozmente el cáncer de próstata sigue sin convencer demasiado a oncólogos y urólogos. Un estudio publicado esta semana en la revista 'Journal of the National Cancer Institute', vuelve a sembrar dudas sobre esta prueba que, hoy por hoy, carece de una alternativa mejor.
PSA son las siglas en inglés de antígeno prostático específico, una proteína que suele elevarse en presencia de un tumor en la próstata. Sin embargo, esta sustancia también puede aumentar por otras cuestiones benignas (como un agrandamiento de la glándula), lo que la convierte en un indicador bastante impreciso de la presencia de cáncer.
Varios investigadores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York (EEUU), encabezados por Andrew Vickers, han analizado en esta ocasión otro dato que a menudo se utiliza como indicador para recomendar a los varones una biopsia para confirmar o descartar la presencia de cáncer en la próstata: la velocidad a la que aumenta el PSA.
Es decir, no sólo si la proteína está por encima de lo normal, sino el ritmo al que se ha elevado en los últimos 18-24 meses (y que normalmente se controla sometiendo a los varones a varios análisis sucesivos en el tiempo).
-Biopsias innecesarias
Sin embargo, como ellos mismos han concluido tras evaluar a más de 5.500 varones mayores de 55 años, ni siquiera la velocidad de crecimiento del PSA justifica necesariamente una biopsia (una prueba que no está exenta de riesgos). Sobre todo, en ausencia de otros posibles indicadores de cáncer de próstata, como un tacto rectal positivo.
El fondo del problema, recuerdan los investigadores, es el sobrediagnóstico al que se exponen muchos varones con una biopsia positiva; con todo lo que ello conlleva de ansiedad por un diagnóstico de cáncer y de tratamientos agresivos innecesarios (desde la cirugía, con sus posibles secuelas sexuales o de incontinencia; hasta la quimioterapia o radioterapia).
Peter Scardino, uno de los mayores expertos en cáncer de próstata, ha destacado al conocer los resultados que este estudio "debería cambiar la práctica clínica" y asegura que los varones no deberían "correr a por una biopsia" ante la más mínima variación en el PSA.
Sin embargo, el dilema sigue sin estar resuelto del todo, como admiten en un comentario en la misma revista Siu-Long Yao y Grace Lu-Yao. del Instituto del Cáncer de Nueva Jersey (EEUU): "En estas circunstancias sigue siendo razonable continuar adhiriéndonos a un escenario de toma compartida de decisiones entre el médico y su paciente".
El estudio no deja de recordar, insten, que el análisis del PSA "aún deja mucho que desear" y se calcula que en los últimos 20 años, aproximadamente un millón de varones han sido tratados innecesariamente de un cáncer de próstata que probablemente no hubiese requerido tratamiento.
**Publicado en "El Mundo"
PSA son las siglas en inglés de antígeno prostático específico, una proteína que suele elevarse en presencia de un tumor en la próstata. Sin embargo, esta sustancia también puede aumentar por otras cuestiones benignas (como un agrandamiento de la glándula), lo que la convierte en un indicador bastante impreciso de la presencia de cáncer.
Varios investigadores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York (EEUU), encabezados por Andrew Vickers, han analizado en esta ocasión otro dato que a menudo se utiliza como indicador para recomendar a los varones una biopsia para confirmar o descartar la presencia de cáncer en la próstata: la velocidad a la que aumenta el PSA.
Es decir, no sólo si la proteína está por encima de lo normal, sino el ritmo al que se ha elevado en los últimos 18-24 meses (y que normalmente se controla sometiendo a los varones a varios análisis sucesivos en el tiempo).
-Biopsias innecesarias
Sin embargo, como ellos mismos han concluido tras evaluar a más de 5.500 varones mayores de 55 años, ni siquiera la velocidad de crecimiento del PSA justifica necesariamente una biopsia (una prueba que no está exenta de riesgos). Sobre todo, en ausencia de otros posibles indicadores de cáncer de próstata, como un tacto rectal positivo.
El fondo del problema, recuerdan los investigadores, es el sobrediagnóstico al que se exponen muchos varones con una biopsia positiva; con todo lo que ello conlleva de ansiedad por un diagnóstico de cáncer y de tratamientos agresivos innecesarios (desde la cirugía, con sus posibles secuelas sexuales o de incontinencia; hasta la quimioterapia o radioterapia).
Peter Scardino, uno de los mayores expertos en cáncer de próstata, ha destacado al conocer los resultados que este estudio "debería cambiar la práctica clínica" y asegura que los varones no deberían "correr a por una biopsia" ante la más mínima variación en el PSA.
Sin embargo, el dilema sigue sin estar resuelto del todo, como admiten en un comentario en la misma revista Siu-Long Yao y Grace Lu-Yao. del Instituto del Cáncer de Nueva Jersey (EEUU): "En estas circunstancias sigue siendo razonable continuar adhiriéndonos a un escenario de toma compartida de decisiones entre el médico y su paciente".
El estudio no deja de recordar, insten, que el análisis del PSA "aún deja mucho que desear" y se calcula que en los últimos 20 años, aproximadamente un millón de varones han sido tratados innecesariamente de un cáncer de próstata que probablemente no hubiese requerido tratamiento.
**Publicado en "El Mundo"
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