Revista Opinión

El decrecimiento que viene (I)

Publicado el 27 octubre 2014 por Hugo
Si se mantienen las tendencias actuales de crecimiento de la población mundial, industrialización, contaminación ambiental, producción de alimentos y agotamiento de los recursos, este planeta alcanzará los límites de su crecimiento en el curso de los próximos cien años. El resultado más probable sería un súbito e incontrolable descenso tanto de la población como de la capacidad industrial.
Donella Meadows y otros, 1972. 

Casi medio siglo después de la publicación del informe Los límites del crecimiento de Donella y Dennis Meadows, expertos como Íñigo Capellán-Pérez y Margarita Mediavilla siguen confirmando con nuevos estudios no solo la validez de aquella predicción sino también advirtiendo que podríamos estar más cerca que nunca de cumplirla. Los pronósticos van desde los más pesimistas, según los cuales una caída abrupta de las sociedades industriales comenzaría antes de terminar esta década, hasta los más optimistas dentro de lo realista, que sitúan una caída más gradual y escalonada a partir de ~2030. No obstante, aun la bajada más gradual que podamos imaginar no será tan pausada como la subida. Es lo que Ugo Bardi y Gail Tverberg llaman respectivamente el «efecto Séneca» y los «ciclos seculares». 
El decrecimiento que viene (I)
En el caso del agotamiento de los recursos fósiles, ya es un secreto a voces que nos estamos acercando a gran velocidad al pico de producción de la mayor fuente de energía y de riqueza conocida que es el petróleo, también llamado peak oil, combustible que sostiene casi todas las infraestructuras que hoy conocemos y tras el cual se sucederán progresiva o repentinamente el resto de picos: el pico del gas, del uranio, del carbón, del metal, etc. Huelga decir que combustible siempre habrá en términos geológicos, pero lo que cuenta es que su extracción será cada vez más cara en términos económicos. El ritmo del declive dependerá en última instancia de la reacción de un sistema financiero que ya estaría mostrando algunos signos alarmantes de una futura recesión: deuda global en niveles históricos, salarios y precio del petróleo en descenso, etc. 
El decrecimiento que viene (I)El peor escenario posible, aunque para Tverberg el más probable
Sea como fuere, autores como Antonio Turiel y Gail Tverberg coinciden en que las energías fósiles y nucleares de extracción «barata» no tardarán en escasear y que las energías renovables no bastarán para satisfacer ni una cuarta parte de la demanda actual de energía. Un descenso anticipado de manera asamblearia por los habitantes de cada municipio sería hoy por hoy la alternativa más deseable, aunque difícilmente la más probable. Con los datos en la mano, no creo estar planteando un falso dilema si digo que o lo hacemos por las buenas, ahora y de manera horizontal, o lo tendremos que hacer por las malas, después y de manera vertical.
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El resto del texto (las tres cuartas partes, si incluimos los comentarios de algunos lectores y mis respuestas) está disponible en Ssociólogos, aunque si prefieres esperar y mantener la intriga, puedes terminar de leerlo en las dos próximas entradas ;)

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