El 7 de diciembre de 1941, el mismo día en que el Imperio del Japón atacaba la base norteamericana de Pearl Harbor, en el Pacifico, el régimen nazi establece el decreto "Noche y Niebla" (Nacht und Nebel Erlass) que formaba parte de las llamadas "Directivas para la persecución de las infracciones cometidas contra el Reich o las fuerzas de ocupación en los territorios ocupados".
Esta orden fue para los nazis el modo de disponer un nuevo procedimiento de deportaciones forzosas. En el proceso no se daba ninguna explicación cuando se imputaba la pena. Tampoco se dejaban ni testimonios ni pruebas. Es por eso por lo que se llamó "noche y niebla" eufemismo a los que los nazis eran muy proclives y está tomado de un canto que aparece en la obra "El oro del Rin" de Richard Wagner, el compositor de cabecera de Hitler.Para Hitler y según el testimonio del mariscal Wilhelm Keitel en los juicios de Núremberg: "El efecto de disuasión de estas medidas radica en que permite la desaparición de los acusados sin dejar rastro y que ninguna información puede ser difundida acerca de su paradero o destino. Una intimidación efectiva y duradera solo se logra por penas de muerte o por medidas que mantengan a los familiares y a la población en la incertidumbre sobre la suerte del reo y por la misma razón, la entrega del cuerpo para su entierro en su lugar de origen no es aconsejable, porque el lugar del entierro podrá ser utilizado para manifestaciones. A través de la diseminación de tal terror toda disposición de resistencia entre el pueblo será eliminada".
"Noche y niebla" fue aplicado por la a RSHA (Oficina Central de Seguridad del Reich) en todos los territorios ocupados. Inicialmente en Francia, continuando por Bélgica y Países Bajos. De este modo eliminaban físicamente a cualquier adversario político, miembro de la resistencia y a todas las "personas que ponen en peligro la seguridad de Alemania". A partir de ese mes de diciembre de 1941 las desapariciones forzosas se convertirían en actos de total impunidad y legalidad. En donde se empleó más contundente y masivamente fue en la Unión Soviética con los prisioneros de guerra.El decreto establecía que los opositores políticos fueran trasladados clandestinamente a Alemania y que en el supuesto que las autoridades "se interesaran por tales prisioneros, se deberá contestar que habían sido arrestados pero que los procedimientos no permitían más información". Con ello se lograba que fuera prácticamente imposible saber nada de los detenidos. En el caso de los miembros de la resistencia se les aplicaba el mismo método o bien eran eliminados directamente. Los prisioneros de guerra eran enviados a campos de concentración como el de Struthof-Natzweiler o Gross-Rosen. Allí eran marcados con las letras NN.
En los juicios de Núremberg, el decreto "Nacht und Nebel" fue declarado como crimen de guerra y condenó al mariscal Wilhelm Keitel, quien lo firmó. Dentro del llamado "Juicio a los Jueces" (Caso nº3), numerosos miembros del sistema de justicia del Reich, que según los juristas aliados eran “el cuerpo de lo que pasaba por justicia en el Tercer Reich”, fueron juzgados por su relación con el decreto "Noche y Niebla". Entre los acusados destacó Ernst Lautz, fiscal general ante el Tribunal del Pueblo. Para saber más:El Tercer Reich, de Heinz Huber y Artur MüllerNoche y Niebla, Mito y significado, de Rainer HuhleLos juristas del horror, de Ingo Müller Espacio Ana FrankLibrería del Congreso