Lo que se dice fútbol no se vio demasiado en el Bernabeu, tampoco se pueden esperar demasiados milagros en este sentido aunque cada cual entiende este deporte a su manera y todas las visiones son respetables. No parece importar demasiado analizar un partido en los últimos tiempos cuando la noticia casi siempre está en otros asuntos desde que EL asentó sus santas posaderas en un banquillo de la madre patria (perdón por las minúsculas a los que se puedan ofender pero madres solo hay una). Hoy la noticia estaba en la grada y el apoyo necesario para que la moral del benefactor de nuestro fútbol no se derrumbase, y la afición madridista respondió como se esperaba una vez repuesta del susto de ayer por el tema del móvil y la incompetencia de algunos periodistas (por una vez estoy de acuerdo con EL en este tema). Esta noche el Bernabeu elevó a Mou a los altares sino lo estaba ya, su dedo pasará a la historia como la mano de Maradona y por lo visto en alguna pancarta indicará un camino a seguir por los aficionados, tampoco era necesario que el comentarista de La Sexta nos recordase los constantes apoyos del Fondo Sur, eso se da por sabido conociendo a estos angelitos.
La pancarta ha sido manipulada intencionadamente, por que si la tomamos en serio
el camino que queda por delante es bastante peor del que ya nos tememos.
Ante todos estos espectáculos que estamos dando al mundo desde algún irreductible lugar de una nueva Galia sin Axterix ni Obelix pero con unos personajes mas similares a Pajares y Esteso, Mortadelo y Filemón reconvertidos en unos modernos Floren y Mou, solo cabe pensar dos cosas, o en los paises civilizados se están partiendo el culo de la risa o nos echan definitivamente del mundo real. Necesitamos con urgencia una pócima milagrosa para aguantar todo este disparate.
Cualquier tiempo pasado no fue peor
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